Miami, 2 sep (EFE).- El senador republicano Marco Rubio anunció este viernes que presionará a la administración del presidente demócrata Joe Biden para que Estados Unidos tome medidas contra el Gobierno nicaragüense, al que se refirió como una “dictadura criminal que tortura a presos políticos”.
Rubio ofreció este viernes en Miami una conferencia de prensa junto a líderes de la oposición al gobierno de Daniel Ortega exiliados en EE.UU. en la que resaltó la necesidad de que Washington dé la prioridad que se merece a la situación de Nicaragua y reprochó a Biden que no haya tomado “medidas más fuertes”
El senador por el estado de Florida, que busca renovar su cargo en las elecciones de este año, aseguró que el Gobierno “tiene el poder de hacerlo” bajo las leyes ya aprobadas por el Congreso.
Rubio señaló que como segunda medida impulsará la celebración de audiencias públicas en el Congreso para denunciar la situación de los disidentes en Nicaragua.
“El evento -conferencia de prensa- de hoy es para que se comience a entender la realidad nicaragüense”, dijo el senador cubano-estadounidense.
Rubio destacó que el último enfrentamiento entre la Iglesia Católica y el Gobierno de Managua ha dejado claro que en el país centroamericano no se respetan los derechos humanos.
El senador dijo respecto al arresto domiciliario del obispo Rolando Álvarez que es “inaceptable que la Casa Blanca no se haya pronunciado”.
Resaltó además que las políticas de Managua de permitir que migrantes sigan sin problemas su paso hacia la frontera de EE.UU. “afectan a los intereses nacionales de Estados Unidos”.
El senador subrayó que Joe Biden no ha tenido interés en el asunto de la violación de derechos humanos en Nicaragua y que ha habido oportunidad de sancionar a Managua por medio de la Ley Reforzar el Cumplimiento de Condiciones para la Reforma Electoral en Nicaragua (RENACER, en inglés).
“Las fronteras de EEUU son un desastre, un caos”, denunció, además de asegurar que el actual Ejecutivo en Washington no toma medidas para evitar “una inmigración descontrolada”.
Rubio dijo que eso es lo que pasa actualmente en EE.UU., “cuando miles de personas se presentan en las frontera”.
“Son detenidos -los migrantes- por un día y puestos en libertad con un permiso de trabajo. En algunos estados reciben mejores beneficios que los ciudadanos norteamericanos y ahí mismo les dicen aparezcan en una audiencia en 5 años, lo que no va a ocurrir”, aseguró.
El congresista cubano-estadounidense por el Partido Republicano Carlos Giménez, que fuera alcalde del condado de Miami-Dade, participó en la conferencia de prensa, en la que dijo que lo que ha pasado en Cuba y Venezuela ahora “lamentablemente se repite en Nicaragua”.
Denunció que el régimen nicaragüense y el de La Habana favorecen el tráfico humano hacia Estados Unidos a través del territorio centroamericano por medio de una trama de carteles internacionales que controlan la frontera con México.
“Vamos a pedir al presidente Joe Biden que utilice todas las herramientas y leyes que tiene para ponerle más presión al régimen de Ortega”, indicó.
Entre los familiares de nicaragüenses detenidos en el país por enfrentamientos con el gobierno estaba la activista de derechos humanos Berta Valle, esposa del excandidato presidencial encarcelado Félix Maradiaga.
Valle aseguró que actualmente cerca de 190 presos políticos permanecen encarcelados en Nicaragua.
El enfrentamiento con la Iglesia Católica ha llevado a prisión a siete sacerdotes, cerrado nueve estaciones de radio católicas y sacado de la programación de la televisión por suscripción a tres canales católicos.