Los Ángeles (EE.UU.), 22 jun (EFE).- Solo una semana ha pasado desde que los Golden State Warriors se proclamaron campeones y la NBA ya mira al futuro con un draft que se celebrará este jueves y en el que suenan con mucha fuerza tres nombres: Jabari Smith Jr. (Auburn), Chet Holmgren (Gonzaga) y Paolo Banchero (Duke).
El Barclays Center de Nueva York, donde juegan sus partidos los Brooklyn Nets, acogerá este jueves desde las 20 horas locales (24 horas GMT) un draft en el que los Orlando Magic cuentan con la codiciada primera elección.
La segunda selección del draft de 2022 será para los Oklahoma City Thunder, la tercera posición corresponderá a los Houston Rockets y el cuarto puesto lo tendrán los Sacramento Kings.
Detroit Pistons (quinta elección), Indiana Pacers (sexta), Portland Trail Blazers (séptima), New Orleans Pelicans (octava, vía Los Angeles Lakers), San Antonio Spurs (novena), Washington Wizards (décima), New York Knicks (undécima), Oklahoma City Thunder (duodécima, vía Los Angeles Clippers), Charlotte Hornets (decimotercera) y Cleveland Cavaliers (decimocuarta) completan el orden de las primeras posiciones.
El draft de 2022 se postula como un momento clave para la reconstrucción de Orlando, que fue el peor equipo de la Conferencia Este en la pasada temporada con un triste balance de 22-60.
Además, los Magic no se han clasificado en los dos últimos años para los playoffs, solo han jugado las eliminatorias en dos ocasiones en los diez últimos años y no han superado la primera ronda desde la temporada 2009-2010.
Esta es la cuarta vez que los Magic tienen la primera elección del draft.
En las tres anteriores seleccionaron a Shaquille O’ Neal (1992), Chris Webber (1993, pero fue traspasado a los Golden State Warriors) y Dwight Howard (2004).
¿NOMBRES A SEGUIR?
Desde hace semanas, tres nombres son los que han destacado por encima del resto de jóvenes promesas para liderar este draft.
En primer lugar de las predicciones de ESPN y de la mayoría de medios especializados aparece el alero Jabari Smith Jr. (Auburn), que si fuera escogido por los Magic sería el sucesor de Cade Cunningham (Detroit Pistons), quien fue el número uno del draft de 2021.
Con 2,08 de altura y 19 años, Smith está considerado como el mejor tirador de esta promoción de 2022 y en su única temporada en el baloncesto universitario ha presumido de versatilidad y apetito anotador logrando 16,9 puntos y 7,4 rebotes de media por encuentro con un fabuloso 42 % en acierto desde el triple.
Todo apunta a que los Thunder, una franquicia que lleva años acumulando elecciones del draft y promesas para el futuro desdeñando el presente, elegirán a Chet Holmgren (Gonzaga), sin duda uno de los jugadores más singulares del draft de los últimos tiempos.
Su físico resulta llamativo (2,13 de altura, más de 2,25 de envergadura y menos de 90 kilos de peso), pero este pívot de 20 años ha enamorado a los ojeadores de la NBA por su combinación de intimidación defensiva (3,7 tapones de media por partido), talento en ataque (tanto en el interior como en el perímetro) y una asombrosa agilidad pese a su tamaño.
Con promedios de 14,1 puntos y 9,9 rebotes por encuentro, Holmgren fue clave para Gonzaga, que entró al March Madness de la NCAA como número 1 del ránking pero que acabó cayendo en octavos de final (una ronda también llamada ‘sweet sixteen’).
Por último, los Houston Rockets parecen tener sus ojos puestos en Paolo Banchero, de raíces italianas y 19 años que viene con el siempre prestigioso sello de Duke, con quienes jugó la Final Four de esta temporada en ‘el último baile’ del legendario entrenador Mike Krzyzewski antes de su retirada.
Ya sin Christian Wood en sus filas, los Rockets podrían sacar mucho partido de este potente y atlético alero que consiguió 17,2 puntos, 7,8 rebotes y 3,2 asistencias de media por encuentro en su único curso en el baloncesto universitario.
En la cuarta posición suena Jaden Ivey (Purdue) para los Sacramento Kings aunque noches como la del jueves siempre deparan sorpresas y traspasos inesperados entre las franquicias, lo que convierte al draft en uno de los días más emocionantes de la NBA pese a que no haya nada en juego en la cancha.