Galo Baird | [email protected]
Fotos crédito: Guilford County Schools
Desde pequeño, Saúl Sanabria-Sosa se sintió distinto. Mientras otros niños se identificaban con superhéroes o caricaturas populares, él encontró un reflejo de sí mismo en Bibi, la hija “rara” de la serie mexicana La Familia Peluche.
“Bibi es la única normal. Es amable, pensativa. Los demás son egoístas y ruidosos, pero ella es ridiculizada por ser diferente,” escribió Saúl en su ensayo universitario. “Así me siento yo a veces.”
HIJO DE INMIGRANTES
Saúl, quien se acaba de graduar de Grimsley High School, es el primer miembro de su familia inmediata en asistir a la universidad. En otoño, comenzará sus estudios en ingeniería mecánica en la Universidad Estatal de Carolina del Norte (N.C. State), llevando consigo su amor por el aprendizaje y su herencia mexicana con orgullo.
Hijo de inmigrantes, su madre originaria de Oaxaca y su padre de Michoacán, Saúl creció en una familia de carácter extrovertido.
Su papá es dueño de una empresa de jardinería y disfruta el trabajo físico al aire libre. Saúl, en cambio, prefiere el silencio de una biblioteca y la satisfacción de un examen bien hecho. “Me gusta la paz mental que siento al terminar mis tareas. Es como quitarse un peso de encima,” dice.
ESTUDIOS
Desde la escuela media, donde asistió a Brown Summit para estudiantes dotados académicamente, se sintió culturalmente aislado. Más adelante, en la secundaria, rechazó programas de élite como Early College o IB porque buscaba un ambiente más diverso y con mayor representación. Aún así, la conexión social fue un reto.
“Intenté imitar a otros chicos mexicanos: su forma de vestir, su actitud relajada hacia los estudios. Pero no era yo. Me sentía aún más incómodo,” recuerda. Eventualmente dejó de fingir. Aceptó que ser diferente no era una debilidad, sino una fortaleza.
Una de sus mayores aliadas durante la secundaria fue Kristina Zemaityte, consejera escolar, quien lo conoció en su primer día en Grimsley. “Desde el inicio me impresionó su seguridad, pero más aún su amabilidad. Es un joven que inspira,” dijo.
MUNDO DIGITAL
Pero no todo en la vida de Saúl ocurre entre libros. En el verano, después de ayudar en el negocio familiar, tuvo claro que no quería una carrera bajo el sol.
Cuando su hermano se lesionó, Saúl aprovechó el tiempo libre para explorar el mundo digital. Así nació su faceta más inesperada: creador de contenido en TikTok.
“Empecé subiendo videos tontos. De repente uno tuvo un millón de vistas. Fue emocionante,” cuenta. En pocos meses alcanzó más de 800,000 seguidores y descubrió una fuente de ingresos inesperada.
AHORRO
No comparte su nombre de usuario ni con amigos, prefiriendo mantener ese mundo separado. Con lo ganado, ahorró lo suficiente para comprar su primera casa a los 18 años.
Esa inversión será su respaldo financiero durante la universidad. Las becas cubrirán gran parte de sus estudios, y sus ahorros lo ayudarán con el resto. “Mis papás no lo pueden creer. Me ven en el teléfono y no entienden cómo gano dinero así,” dice entre risas.
A pesar de las diferencias generacionales y de personalidad, siente el apoyo incondicional de su familia. Su madre lo acompañó en el proceso de compra de la casa, y su padre le ayudó a renovarla.
Hoy, Saúl abraza con orgullo su identidad: mexicano, estudioso, tranquilo y creativo. “Ya no me molesta ser el Bibi de mi familia. Lo acepto con cariño. Amo mi cultura y no la cambiaría por nada.”