HomeFarandulaSandra Cisneros se avergüenza de restricciones al aborto y libros en EEUU

Sandra Cisneros se avergüenza de restricciones al aborto y libros en EEUU

Date:

Historias Relacionadas

Pepe Aguilar publica su nuevo sencillo, ‘Corazón a medio día’, y arranca nueva gira

Miami, 29 mar (EFE).- El cantante mexicoestadounidense Pepe Aguilar...

Charlotte SHOUT! regresa al Uptown

Galo Baird | Email | X | Facebook |...

Pepe Aguilar publica su nuevo sencillo, ‘Corazón a medio día’, y arranca una nueva gira

Miami, 29 mar (EFE).- El cantante mexicoestadounidense Pepe Aguilar...

La guatemalteca Martínez brilla en triunfo de las Rayadas de la tica Amelia Valverde

Monterrey (México), 28 mar (EFE).- La guatemalteca Ana Lucía...

Collins arrolla a Alexandrova y se medirá con Rybakina en la final del Masters 1000 de Miami

Nueva York, 28 mar (EFE).- La estadounidense Danielle Collins,...

Miami, 30 sep (EFE)-. La escritora mexicoestadounidense Sandra Cisneros deploró el retroceso estadounidense en temas como la legalidad del aborto y la prohibición en el país de más de 1.600 textos escolares que hablan de las raíces hispanas, el racismo o la identidad de género, y llamó a “resistir”.

Fotografía de archivo cedida por Keith Dannemiller y fechada en junio de 2021 donde aparece la escritora mexico-estadounidense Sandra Cisneros mientras posa en San Miguel de Allende, en Guanajuato (México). EFE/ Keith Dannemiller / SOLO USO EDITORIAL/ SOLO DISPONIBLE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA (CRÉDITO OBLIGATORIO)

“Más que nada me da vergüenza, me da pena, me da como rabia y me dan ganas de resistir; pero también veo que los jóvenes y las mujeres están resistiendo, y eso me acuerda de los años 60, los años 70, y me anima”, señaló Cisneros en entrevista con Efe a raíz de su nuevo poemario, “Mujer sin vergüenza.

Recordó que “The House on Mango Street”, la novela con la que saltó a la fama en los años ochenta, fue prohibida por juntas escolares de Kentucky y Arizona que ni siquiera cree que llegaron a leer el libro en momentos que querían arrasar con los estudios mexicoamericanos en varios estados.

“Estamos viviendo unos tiempos fuertísimos y hay que resistir, hay que comprar los libros que están censurando y regalarlos a jóvenes, a bibliotecas, leerlos, apoyar a los autores”, subrayó Cisneros, nacida en Chicago de padres mexicanos y radicada desde hace casi una década en San Miguel de Allende (México).

Invitó además a gastar “los centavos” en obras literarias de los latinos en Estados Unidos como Jaime Cortez, Erika Sánchez, Manuel Muñoz, Javier Zamora y muchísimos que “se me vuelan de la mente que son buenísimos”.

Son escritores que “nos despiertan, nos ayudan a organizarnos” y que espera que lleguen “a manos de los anglosajones y de los políticos”.

“Si compramos libros escritos por latinos pues vamos a publicar más latinos”, enfatizó.

MUJERES Y TEMAS QUE ASUSTAN

Cisneros agradece a la poesía porque la ayuda a desfogar los temas que “asustan” a los hombres, los gobiernos, la cultura, los papás y la Iglesia.

Mostrando la foto de la carátula de su nuevo libro, Cisneros explica que se trata de una mujer completamente desnuda pero tapada con una hoja de un nopal porque las mujeres despojadas de su ropa “asustan” y se pregunta el porqué.

“Pues esa es la pregunta; por eso escribo poesía. ¿Por qué asustamos nosotras las mujeres desnudas? O no podemos hablar de algunos temas porque los hombres se asustan”, dice con picardía la escritora.

Su nuevo libro es una recopilación de pensamientos íntimos de los últimos 28 años que, dice, escribió para ella misma en tiempos “con mucha censura del gobierno, de la cultura, de la Iglesia”.

“Intento siempre decir lo que pienso y para eso sirve la poesía”, reitera la autora de “The House on Mango Street”, novela ganadora del American Book Award, que ahora ha adaptado para llevarla a la ópera.

Cisneros señala que aunque escribe en inglés, algunos de los poemas de “Mujer sin vergüenza” le salieron en español.

“La palabra sinvergüenza nunca me ha gustado porque es como una piedra para lanzar contra una mujer; es una manera de juzgarla. He intentado vivir como una mujer sin vergüenza, no una sinvergüenza”, aclara.

“Una mujer sin vergüenza es una mujer que queda bien con ella misma, (es) vivir fuera de lo común, de cómo la Iglesia, el gobierno del estado, el papa, el papá, de como ellos dirigen. He intentado ese camino desde que fui muy joven”, recuerda.

“LA SOLEDAD ES SAGRADA”

Durante la entrevista con Efe, Cisneros, de 67 años, declamó con humor uno de sus poemas en el que anima a las mujeres mayores a reconocer su belleza y esplendidez pese a la edad.

“No vieja, corrección, añeja”, dice en una de la partes Cisneros, que se reconoce como “muy payasa”, que usa el humor al tiempo que se va quitando los tapujos impuestos por la sociedad.

Es una forma más de insistir en su mensaje a las mujeres de ganar su propio dinero, controlar su fertilidad – aunque en Estados Unidos “los políticos nos están robando ese derecho de dirigir nuestros cuerpos”- y valorar la soledad como algo “sagrado”.

“No podemos controlar nuestro destino sin ganar nuestro propio dinero”, subraya.

Y sobre la soledad dice que “es un regalo de la divina providencia. Cuando estamos solas podemos dedicarnos a alimentarnos a nosotras mismas, a levantarnos a nosotras mismas antes de cuidar a los demás”.

Del poemario, traducido al español por la poeta mexicana Liliana Valenzuela y editado por Penguin Random House, dice que se quedó “con la boca abierta” porque no sabía que tenía tanto material manuscrito como para un libro.

“La poesía es algo muy íntimo, muy privado que escribo para mí misma”, recalca la autora, que ahora dijo haber retomado una nueva novela que espera publicar en tres años.

“Tengo un poema que habla de todos mis amantes y he tenido muchos”, cuenta para responder qué fue lo que más le costó trabajo de narrar de sus intimidades en el poemario.

Agrega que además descubrió que uno de ellos, también poeta, le dijo cuando era joven que no lo fuera a incluir en alguno de los poemas, pero que ahora se da cuenta de que quería todo lo contrario.

“Él quería, pero como era muy macho no sabía cómo decirlo”, dice.

Subscribe

- Never miss a story with notifications

- Gain full access to our premium content

- Browse free from up to 5 devices at once

Latest stories