Naciones Unidas, 28 oct (EFE).- La destrucción de casas a gran escala y de forma arbitraria en conflictos armados debe ser reconocida como un delito bajo la ley internacional, reclamó este viernes Balakrishnan Rajagopal, el relator de la ONU para el derecho a la vivienda.
Este experto independiente presentó este viernes un informe ante la Asamblea General de Naciones Unidas, en el que subraya la importancia de modernizar la legislación internacional para castigar correctamente estas prácticas.
“Tenemos que considerar la destrucción de viviendas en conflictos como un delito en sí mismo”, señaló Rajagopal en una conferencia de prensa, en la que propuso el concepto de “domicidio” (domicide, en inglés), una combinación de las palabras para domicilio y homicidio.
Según recordó, los ataques contra casas son habituales desde hace mucho en las guerras y están incluidos en otros delitos más amplios, pero nunca se han catalogado adecuadamente en el derecho internacional ni se ha prestado la suficiente atención a las consecuencias que tienen.
Rajagopal consideró clave terminar con la “impunidad” y facilitar que las víctimas del “domicidio” tengan acceso a la justicia y a reparaciones.
Como ejemplo, apuntó la importante destrucción de viviendas que se está viendo en Ucrania, con ciudades como Mariúpol donde se estima que hasta el 90 por ciento de los edificios de apartamentos pueden haber sido dañados, o la destrucción de viviendas de la minoría rohinyá en Birmania.