Naciones Unidas, 24 ago (EFE).- Las potencias occidentales se comprometieron este miércoles en la ONU a seguir apoyando a Ucrania cuando se cumplen seis meses del inicio de la invasión rusa y sin que se aviste el final del conflicto.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas marcó la fecha de hoy con una reunión en la que Estados Unidos, Francia y el Reino Unido -tres de los cinco miembros permanentes- dejaron claro que su respaldo a Kiev se mantiene intacto y que continuará durante el tiempo que sea necesario.
Vestida con los colores de la bandera ucraniana, la embajadora estadounidense, Linda Thomas-Greenfield, trasladó su plena solidaridad con Ucrania y aseguró “que cada bomba rusa no hace más que reforzar” el compromiso de Washington para defender la soberanía e independencia del país.
“Seis meses después, el objetivo de Rusia está más claro que nunca: desmantelar Ucrania como unidad geopolítica y borrarla del mapa mundial”, denunció Thomas-Greenfield.
En la misma línea, la representante francesa Nathalie Broadhurst destacó el “extraordinario valor” con el que los ucranianos “resisten” a la “guerra de agresión lanzada por Rusia” y pelean por la “soberanía e integridad territorial de su país”.
“Con su lucha, Ucrania defiende también los objetivos y principios de la Carta de Naciones Unidas, y por ello Francia seguirá a su lado. Junto a nuestros socios europeos, continuaremos apoyándola tanto tiempo como haga falta frente a la agresión rusa”, señaló.
El Reino Unido dijo que “permanece absolutamente firme en su apoyo” de Ucrania e insistió en que no se reconocerá ningún intento ruso de cambiar las fronteras ucranianas por la fuerza ni ningún tipo de referéndum organizado con ese fin.
RESPALDO A LA SOBERANÍA UCRANIANA
Además de las tres potencias occidentales del Consejo de Seguridad, muchos otros países -sobre todo europeos y tradicionales aliados estadounidenses como Australia y Canadá- quisieron escenificar hoy en la ONU su compromiso arropando al embajador ucraniano, Sergiy Kyslytsya, mientras leía una declaración conjunta ante los medios en las inmediaciones del Consejo de Seguridad.
Dentro de la sala, se escuchó además a otros Estados miembros defender la soberanía de Ucrania y denunciar la invasión rusa con claridad, como fue el caso de México, pero sobre todo se oyeron muchos llamamientos a detener la guerra y el sufrimiento de la población civil.
China, como viene haciendo desde el principio del conflicto, nadó entre dos aguas subrayando la necesidad de que se respete la independencia e integridad territorial de todos los países, pero también dando validez a las tesis rusas de que la expansión de la OTAN está en el origen de la actual guerra.
MOSCÚ Y KIEV CRUZAN ACUSACIONES
Ucrania, por boca del presidente Volodímir Zelenski -que habló por videoconferencia-, y Rusia, a través del embajador Vasili Nebenzia, reiteraron sus posturas sobre el conflicto y se cruzaron repetidas acusaciones sobre ataques a civiles o la situación en la planta nuclear de Zaporiyia, entre otras cosas.
Zelenski aseguró que “el futuro del mundo se está decidiendo en Ucrania” y avisó de las terribles consecuencias que tendría que Rusia ganase la guerra.
Nebenzia, por su parte, arremetió contra el apoyo occidental a Ucrania y dio a entender que la contienda no terminará hasta que Moscú vea cumplidos todos sus objetivos.
La ONU, mientras tanto, avisó una vez más de las enormes consecuencias del conflicto para los ucranianos y para el resto del mundo y pidió la paz.
“Esta guerra no sólo es insensata, sino extremadamente peligrosa y nos afecta a todos. Debe terminarse”, resumió la responsable de Asuntos Políticos de la organización, Rosemary DiCarlo.