Ciudad de México, 12 may (EFE).- El Gobierno mexicano denunció este viernes el racismo de la Cámara de Representantes de Estados Unidos por aprobar el jueves una ley que reanuda la construcción del muro fronterizo que inició Donald Trump (2017-2021) y nuevas medidas antiinmigrantes.
“Esto está organizado porque el año que entra hay elecciones. Entonces, ¿qué es el cemento de estas ideas de quienes promueven esto? ¿Cuál es el cemento? El racismo contra las y los mexicanos, y en general todos los hispanoparlantes”, declaró el canciller mexicano, Marcelo Ebrard.
Ebrard criticó en la conferencia matutina del Gobierno el proyecto de ley que impulsó el legislador republicano de Florida Mario Díaz-Balart que reactiva las obras del muro, restringe aún más los procesos de asilo y autoriza drones operativos 24 horas en la frontera con México.
La iniciativa se aprobó por 219 votos a favor de los republicanos y 213 en contra, pero no tiene probabilidades de prosperar porque el Senado está en manos de los demócratas y el presidente Joe Biden avisó que la vetará.
Por ello, el canciller acusó a los republicanos de insistir con esta ley “para sacar raja política” rumbo a las elecciones de 2024.
“Nosotros, desde luego, rechazamos eso, pero es importante para la opinión pública aclarar de qué se trata: sacarle raja política, aprovechar el flujo migratorio, culpar a México preparando su campaña político electoral, porque el único cemento de ese partido hoy es el racismo”, sentenció.
El secretario aseveró que “hay una serie de mentiras que manejan” los republicanos, como el que los migrantes trafican fentanilo.
También reiteró que “los planteamiento son inaceptables para México”.
“Se provocaría una crisis entre los dos socios principales. Estados Unidos es el principal mercado del mundo y México es el principal socio de Estados Unidos. Sería como si nos pusiéramos a darnos un tiro en el pie entre los dos. Vamos a decir: es absurdo”, manifestó.
El canciller también repudió las declaraciones del senador republicano John Kennedy, quien afirmó que México “estaría comiendo comida para gatos” sin el apoyo de Estados Unidos y exigió a la Agencia Antidrogas (DEA) que presione para usar militares estadounidenses contra cárteles mexicanos.
“Es una estrategia racista y falsa en contra de nuestro país, y lo vamos a seguir diciendo claramente, porque si no se dice nada y nos quedamos callados, primeramente estaríamos aceptando que pisoteen nuestro orgullo nacional”, comentó Ebrard.
En tanto, el presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró que pedirá a los mexicanos en Estados Unidos, donde habitan cerca de 38 millones, que no voten por este tipo de políticos.
“Decirle a nuestros paisanos, a los hispanos, a nuestros amigos estadounidenses, que no voten por personas con esta mentalidad, muy prepotentes, muy ofensivos, muy majaderos”, concluyó López Obrador.