Ciudad de México, 4 nov (EFE).- El Gobierno mexicano anunció que las primeras entregas de alimentos a damnificados en Acapulco, en el estado sureño de Guerrero y uno de los principales destinos turísticos del país, comenzaron este sábado en coordinación con iniciativas privadas, tras el azote del huracán Otis, que ha dejado un saldo de 46 personas fallecidas y 59 desaparecidas.
Este reparto de alimentos es parte del programa del plan de reconstrucción y apoyos sociales para la costa de Guerrero, en el Pacífico mexicano, presentadas el miércoles pasado en el Palacio Nacional por el presidente Andrés Manuel López Obrador y que estima un costo total por 61.313 millones de pesos (más de 3.400 millones de dólares).
Entre los 20 rubros de este plan, destaca el destinado a una canasta básica semanal para 250.000 familias, durante tres meses, por hasta 3.250 millones de pesos (unos 180 millones de dólares), es decir, la distribución total de 3 millones de canastas básicas en este periodo.
La secretaria de Economía del Gobierno mexicano, Raquel Buenrostro, señaló que ante la ausencia de energía eléctrica en ciertas zonas afectadas por el huracán Otis el pasado 25 de octubre, las primeras entregas de alimentos no contarán con algunos productos frescos, como la carne, que son sustituidos por alimentos en conserva.
Asimismo, señaló que continuará el reparto de canastas básicas por parte de las Fuerzas armadas mexicanas, procedentes tanto de recursos de las Secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Marina (Semar) como de donaciones de la población en general.
El presidente Andrés Manuel López Obrador se ha comprometido a “poner de pie” a Acapulco para navidad, desestimando la advertencia de expertos y empresarios, que calculan que la recuperación de la costa de Guerrero, en el sur del país, podría tardar hasta dos años y costar casi 17.000 millones de dólares.