Washington, 11 oct (EFE).- La NASA confirmó este martes que el impacto de su nave DART contra la superficie del asteroide Dimorphos, ubicado a unos 11 millones de kilómetros de la Tierra, consiguió desviar su trayectoria, tal y como era su objetivo.
El administrador de la agencia espacial estadounidense, Bill Nelson, apuntó que antes del impacto Dimorphos tardaba 11 horas y 55 minutos en girar en torno a otro asteroide más grande llamado Didymos, con el que forma lo que se conoce como un sistema de asteroide doble.
La nave logró reducir esa órbita 32 minutos: “Hubiera sido un éxito si la hubiera acortado solo unos 10 minutos, pero la redujo de hecho 32 y modificó su trayectoria”, dijo felicitándose por el resultado de esa misión de defensa planetaria efectuada en septiembre.
La órbita de Dimorphos se ha acercado ahora unos diez metros a Didymos y el cambio provocado en su trayectoria es permanente.
Era la primera vez en la historia de la humanidad que se intentaba cambiar la trayectoria de un cuerpo celeste con el objetivo de proteger la Tierra de asteroides similares al que hace 66 millones de años provocó la extinción de los dinosaurios.
El impacto de DART, siglas en inglés de Prueba de Redirección de un Asteroide Doble, tuvo lugar el pasado 26 de septiembre y fue retransmitido en directo. Esa nave no tripulada medía casi lo mismo que un frigorífico o una máquina expendedora de comida y su construcción costó más de 330 millones de dólares.
“Hace dos semanas, la NASA volvió a hacer historia. Efectuamos la primera prueba de defensa planetaria de la humanidad y mostramos al mundo que la NASA es un serio defensor de este planeta”, apuntó Nelson en la presentación de las conclusiones de esa misión.
Dimorphos (“dos formas”, en griego) es un cuerpo espacial de 160 kilómetros de diámetro parecido a una luna y que gira alrededor de Didymos, de 780 metros de diámetro y cuyo nombre significa “gemelo” en griego. Fueron seleccionados por la NASA porque no suponen ninguna amenaza para la Tierra.
La NASA apuntó que las conclusiones de este martes son solo “el principio” de toda la información que esperan que les proporcione esta misión, pensada para poner a prueba la tecnología existente en caso de que llegara a haber algún cuerpo celeste que supusiera un peligro directo.
La misión buscaba desviar el asteroide en cuestión, no destruirlo. “No es explotar el asteroide en millones de pedazos, sino (darle) un pequeño empujón”, avanzó a mediados de septiembre Nancy Chabot, una de las principales investigadoras que trabajan en la nave DART.
Romper el asteroide no es una buena estrategia de defensa porque, según se añadió hoy, en lugar de tener un gran objeto yendo hacia el planeta habría muchos más pequeños.
La agencia dejó claro este martes que uno de los elementos clave a la hora de llevar a cabo con éxito misiones similares es la detección temprana. “Cuanto más tiempo tengamos para ese pequeño empujón, mejor estaremos”, sostuvo hoy la directora de la División de Ciencias Planetarias de la NASA, Lori Glaze.
La cooperación internacional también es imprescindible: “La defensa planetaria no solo es un problema de Estados Unidos ni de Italia, que cooperó en esta misión. Deberíamos estar implicados y trabajando todos”, afirmó.
Los cálculos precisados este martes tienen un margen de error de aproximadamente dos minutos. Los astrónomos continuarán ahora estudiando las imágenes de Dimorphos obtenidas para tener una estimación aproximada de su masa y su forma.
Dentro de unos cuatro años, según se añadió en un comunicado, el proyecto Hera de la Agencia Espacial Europea (ESA) también tiene previsto realizar estudios detallados tanto de Dimorphos como de Didymos, con un enfoque particular en el cráter dejado por la colisión de DART y mediciones precisas de la masa de Dimorphos.