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Fotos crédito: Natalie Viera
El auditorio ‘Koury Hospitality Careers Jamestown Campus’, ubicado en Greensboro, Carolina del Norte, fue el escenario donde un grupo de jóvenes, entre ellos dos hispanos, estuvieron en la Graduación 109 de la Academia de Formación Básica para el Cumplimiento de la Ley.
Los aspirantes a oficiales de la policía, durante el periodo de aprendizaje que tuvo 36 cursos durante 18 semanas, recibieron sus Certificados de haber cumplido la enseñanza y se les recalcó que la Constitución es la ley suprema de Estados Unidos y que la misma da “fe y merito” a las leyes, registros, contratos y procedimientos legales de los estados.
INSTRUCCIÓN
Durante su paso por la Academia, los recientemente graduados conocieron elementos de investigación criminal; se enteraron de la existencia de leyes juveniles y del ABC, que hace referencia a la venta de cigarrillos y licor, pero a la vez del consumo de bebidas alcohólicas que aparece en el expediente HB 890, denominado ‘Bares sobre ruedas’.
Se les habló de la prevención del crimen y de la responsabilidad del Alguacil (Sheriff); del trabajo en la Corte y en la cárcel; del tráfico humano; de leyes de tránsito en las que es importante aprender y obedecer las señales en el momento de sancionar a una persona por conducir sin llevar el cinturón puesto, al igual que los pasajeros o si los niños no están sentados y con sus cinturones correctamente en asientos de seguridad; así como de otras leyes en la que después de una prueba química del aliento de un conductor muestran una concentración de alcohol de 0.08%.
ENSEÑANZA
“No podemos apagar el motor de la patrulla si nos toca bajarnos de ella para atender alguna situación anormal porque no sabemos si al siguiente minuto debemos salir a una persecución o afrontar una emergencia”, dijo uno de los graduados.
Otra orientación recibida, fue la respuesta que deben de tener en el momento en que un agresor está activo en una escuela o en algún otro sitio, desde el momento en que se produce una llamada de emergencia o cuando se escuchan disparos.
Asimismo, los graduados tuvieron que tener la experiencia de recibir electrochoques ‘no letales’ con una pistola ‘Taser’ que, al tener contacto con un sujeto, lo incapacita de forma temporal porque hace que “los músculos del cuerpo se contraigan por lo que puede a llegar a causar dolor intenso”, dijo otro de los diplomados.
CEREMONIA
Los graduados, jóvenes de hasta 24 años, vinculados a los departamentos de policía de High Point, Thomasville, Eden y Guilford, escucharon las palabras de Ken Zimny, Ph.D, del Departamento de Servicios Humanos y Seguridad Pública en Guilford Technical Community College; teniente Rich Purcell, capellán del Departamento de Policía de Graham; Terry Claton, director de la Escuela de Formación Básica en la Aplicación de la Ley (BLET, sigla por su nombre en inglés); y, David Allen, jefe del Departamento de Policía de Cleveland, Carolina del Norte, quien ofició como orador invitado.
Cada uno de los expositores hizo hincapié en el Código de Ética para hacer cumplir la ley, recalcando, en diferentes palabras, que “como agente de la ley, mi deber fundamental es servir a la comunidad; salvaguardar vidas y bienes; proteger a los inocentes contra el engaño, a los débiles contra la opresión o la intimidación, y a los pacíficos contra la violencia o el desorden; y respetar los derechos constitucionales de todos en la libertad, en la igualdad y en la justicia”.
Los flamantes nuevos agentes ya se encuentran trabajando, pero fueron invitados a estar alerta, a salir, preguntar y reflexionar sobre los hechos con los que deben lidiar en su cotidianidad.