Querétaro (México), 3 sep (EFE).- “Llévame a casa” es la más reciente obra literaria de Jesús Carrasco, una novela en la que muchas personas se sentirán reflejadas porque narra una realidad bien conocida que es la del espacio doméstico, la de las familias, de las relaciones familiares, pero con una nueva mirada, explica en una entrevista con Efe.
Una novela que relata el momento al que se tiene que enfrentar Juan, quien ha vivido lejos de casa por mucho tiempo y a la que tiene que regresar tras la muerte de su padre, para cuidar de su madre, a quien prácticamente ya no reconoce después de haber construido una vida lejos de su hogar.
En la conversación que sostuvo con Efe durante su estadía en Querétaro -centro de México-, donde participó en el Hay Festival 2022, comenta que se trata de una novela con la que muchas personas se van a identificar pues retrata una realidad a la que, particularmente las mujeres se han enfrentado por muchos años, a quienes incluso busca dar un homenaje.
Pero también, abunda, retrata el espacio más allá de los muebles, la comida y la cocina, sino el espacio doméstico y lo que sucede con la presencia de los hijos y el cuidado de los padres cuando se da el caso, un sentido al que la pandemia ha puesto en una percepción mucho más detallada, mucho más sutil, más matizada y dentro de una casa.
“Mi posición es de absoluto reconocimiento. Yo tengo mucho cuidado porque esa es una tendencia muy masculina, la de acaparar un reconocimiento por todo lo que hace, cuando ese hombre que nunca ha entrado a la cocina, se tiene que notar que ha entrado a la cocina y es verdad, las mujeres lo han hecho siempre sin levantar la mano”, relata.
Aclara que en la novela el personaje en ningún momento alardea ni se vanagloria de las acciones que realiza, simplemente se vuelve consciente de una realidad nueva para él, nueva para muchos hombres y “estoy seguro de que sucederá que con el proceso de su maduración en ese sentido, acabará en un agradecimiento y reconocimiento absoluto trabajo que han hecho en la casa”.
UNA NOVELA FULGURANTE
Jesús Carrasco cuenta que se trata de su obra más fulgurante, pues la escribió en pocas semanas justo antes de la pandemia y la historia está centrada en un personaje que había dejado abandonado en el cajón por muchos algunos años.
“Fue un volcado muy súbito y la idea la tomé de un personaje de otra novela que había escrito en los años previos y que no me gustaba, que había dejado en un cajón. De hecho, retomé ese personaje que era lateral en esa otra novela y en algún momento de 2019 pareció prometedor ese pequeño arranque que tenía de esa novela y lo retomé y esas 7-8 semanas, escribí la novela”, relata.
A sus 50 años de edad, Carrasco considera que es este el momento ideal para darle vida a esta historia, por la situación de vida que tiene actualmente, donde se ha vuelto sensible a una realidad de la que antes no era consciente: el ser padre y el ser hijo.
“Hay una doble percepción: los padres que envejecen, que dejan de ser esas figuras protectoras y estables que siempre estuvieron ahí y que no necesitaron ayuda sino que, por el contrario, proveían de ayuda. Y por otro lado, mi propia experiencia de la paternidad, a través de mi propia experiencia como padre”, apunta.
Esta realidad le ha permitido empezar a entender mucho mejor a sus padres, lo que hacían y lo que no hacían, de modo que lo sitúan “en un momento especialmente propicio para abordar una historia de este tipo”.