Nueva York, 18 feb (EFE).- La fiscal general de Nueva York, Letitia James, cargó este martes contra el recorte de trabajadores federales por parte de la Administración del presidente Donald Trump, que ha afectado a un programa de salud para víctimas del 11-S en el que se ha reducido un 20 % de la plantilla.
“Recortar imprudentemente el personal, la financiación y los recursos que garantizan que los supervivientes del 11-S reciban la atención médica que necesitan es rotundamente cruel”, anota en un comunicado la fiscal.
James hace referencia a varios informes que han revelado que el plan de Trump de indemnizar a los empleados federales para que renuncien y el despido masivo de trabajadores en período de prueba han llevado a “importantes recortes de personal en los programas federales de atención médica”.
Entre ellos se incluye el Programa de Salud del World Trade Center, que se creó en 2011 y proporciona tratamiento médico a más de 132.000 supervivientes del atentado, que se cobró la vida de unas 3.000 personas.
“Miles de neoyorquinos hicieron sacrificios heroicos para salvar a otros durante este atentado y, como consecuencia, están sufriendo consecuencias sanitarias de por vida. Estos héroes merecen el máximo respeto y atención por parte de su gobierno. Estos recortes son inaceptables y deben revertirse”, agrega la fiscal.
Las declaraciones de James tienen lugar apenas unos días después de que se diera a conocer que casi 1.300 empleados de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) han sido despedidos tras la orden del mandatario estadounidense de prescindir de los trabajadores federales en período de prueba.
En este sentido, los senadores demócratas Chuck Schumer y Kirsten Gillibrand han denunciado esta medida hoy en una carta conjunta, en la que han pedido al Secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., que revierta los recortes en los CDC.