Ciudad de México, 8 nov (EFE).- Mujeres familiares de víctimas de feminicidio pidieron este miércoles “dignidad procesal” y justicia para las casi 20.000 mexicanas asesinadas en los últimos tres años de cara a la marcha del 25 de noviembre o 25N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.
“A todas las mujeres les pido sororidad. Merecemos salir de casa y tener la certeza de que vamos a llegar a casa con vida. Aquí estamos obligadas por el sistema y vamos a seguir”, dijo en una conferencia de prensa en el Museo de la Mujer de la Ciudad de México, Lorena Gutiérrez, madre de Fátima Varinia, quien fue violada, apuñalada y lapidada por tres vecinos cuando tenía 12 años, en 2015, en Lerma, Estado de México.
Durante el evento, Gabriela Amores, de la Unión Nacional de Abogadas, compartió la cifra de casi 20.000 mujeres asesinadas en los últimos tres años en México, con base en datos del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, y también recordó que cada día hasta 13 mujeres son víctimas de dicho delito en el país.
“De esas 20.000, solo el 1 % llevan un proceso (judicial) digno, las que llevan proceso. La falta de investigación es lo que nos está doliendo ahora a nosotras”, expuso la abogada, quien acompaña casos de víctimas de feminicidio.
Amores habló de dignidad procesal y dio la palabra a las mujeres presentes, familiares de víctimas de feminicidio, quienes corroboraron con sus propios casos la necesidad de un cambio integral en México en referencia a la violencia contra las mujeres y sobre todo en cuanto al poder judicial.
Una de ellas, Paz Rodríguez, hija de Melesia García, asesinada a los 72 años en 2021 en Milpa Alta, en la Ciudad de México, dijo que su familia sigue exigiendo justicia porque hasta el momento no hay detenido.
Por ello, pidió concurrencia a la manifestación del 25 de noviembre, que saldrá del Ángel de la Independencia y llegará al Zócalo capitalino, donde se encuentra el Palacio Nacional, residencia del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Asimismo, tomó la palabra una de las activistas detenidas durante la recuperación de un inmueble de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) tomado por activistas desde septiembre de 2020 hasta abril de 2022.
“Estoy aquí para acompañarlas a pesar de que me queda muy poquito fuego. Quiero decirles a las madres y familiares que ustedes no les han fallado a sus familiares, es el Estado y son las autoridades que siguen siendo indolentes, omisas y cómplices de esta violencia feminicida que está arrasando con el país”, sentenció.