Miami, 14 abr (EFE).- Los miembros de una familia ucraniana residente en Florida (EEUU) y acusada de la agresión a un joven gay que quedó ciego de forma permanente negaron ser los autores de lo que la Fiscalía considera un “ataque de odio”, un cargo castigado hasta con cadena perpetua.
“Ha habido muy poco, y en el límite de nada, remotamente convincente que apunte a que esta familia tenga algo que ver con las heridas de este pobre tipo”, declaró al canal local CBS Miami el abogado defensor, Michael Glasser.
Inna Makarenko, de 44 años, Yevhen Makarenko, de 43, y Oleh Makarenko, de 21, madre, padre e hijo, respectivamente, se encuentran detenidos en una cárcel del condado Broward desde el pasado mes por su presunta vinculación con la agresión sufrida en agosto de 2021 por un joven de 31 años, cuya identidad se ha mantenido en reserva.
Los tres miembros de esta familia residente en la localidad de Pompano Beach, que se han declarado no culpables, habían sido detenidos bajo cargos de intento de asesinato, secuestro y agresión, pero la Fiscalía estatal de Broward añadió el martes el cargo de ataque de odio.
“Es una negación enfática de que hayan lastimado a esta persona, que alguna vez se esforzarían por lastimar a esta persona y, más específicamente, que ni siquiera pensarían en lastimar a la persona en función de su orientación sexual”, recalcó Glasser.
El abogado señaló que la víctima primero declaró a la policía que estaba borracho y se cayó, pero unos seis meses después dijo a las autoridades que mantenía una relación secreta con Oleh Makarenko.
La familia rechaza el testimonio y señala que ninguno de ellos conoce a la víctima “de ninguna manera o forma”, según el abogado, como recoge este jueves el medio.
De acuerdo a la fiscalía de Broward, los miembros de esta familia, residentes en Estados Unidos desde hace seis años, “golpearon a la víctima en numerosas ocasiones, causándole lesiones corporales graves y desfiguración, casi provocando su muerte”.
Un cuarto miembro de la familia, Vladyslav Makarenko, fue arrestado en Alabama y extraditado el lunes a Broward, donde fue ingresado en una prisión mientras la fiscalía evalúa presentar cargos formales en su contra.
El buzón de correos de la vivienda tiene pegados afiches en donde se alega la inocencia de esta familia, quienes según sus defensores son refugiados.