Tucson (AZ), 5 may (EFE).- “American Scar”, un nuevo documental de la revista New Yorker, denuncia la cicatriz que ha causado a la fauna y la flora de la frontera de EE.UU. con México el muro del expresidente Donald Trump, construido a punta de explosiones para despejar el camino, e “inútil” para detener inmigrantes.
La escena de un estruendo causado por la dinamita seguido por una gigantesca nube de polvo y roca en las zonas más desolada del desierto de Arizona se repite varias veces durante este cortometraje dirigido por Daniel Lombroso.
La Administración Trump literalmente pasó por encima de “todo”, incluyendo montañas, dice a Efe Lombroso sobre “La cicatriz estadounidense”, un documental que hace parte de un proyecto periodístico para The New Yorker.
“Para nosotros era muy importante revelar esta historia. En estados como Nueva York teníamos una visión abstracta de lo que era el muro fronterizo, no fue hasta que vimos estas imágenes que nos dimos cuenta de lo destructivo que era este proyecto”, asegura.
“Esta ‘cicatriz’ es el resultado de que el gobierno federal le haya dado tanto poder a una agencia federal, de poder pasar por encima de una docena de leyes que protegen el medio ambiente para construir tan rápidamente el muro”, dice a Efe el ecologista Myles Traphagen.
“El pueblo americano debe de tener miedo, mucho miedo”, enfatiza el experto de la organización Wildlands Network, en la frontera de Arizona con México.
Las principales “víctimas” del muro fronterizo han sido los animales y la flora salvaje, asegura Traphagen, quien tiene un cuarto de siglo trabajando en el área y uno de los expertos entrevistados para el documental.
En el filme se pueden ver búfalos, algo que el experto asegura hace mucho tiempo no veían en el lado estadounidense de la frontera, por lo que teme que estos animales se quedaron “atrapados” sin poder regresar a México.
La falta de un tránsito libre está afectando otras especies como son el jaguar, el oso negro y otros animales que habitan en la región.
UN MURO SOBRE PARQUES “PROTEGIDOS”
“El muro fronterizo nunca va a frenar el cruce de migrantes, ni tampoco el cruce de drogas, pero si frena la migración y el ciclo natural de la fauna que ha vivido por siglos en esta región”, enfatiza el ecologista.
También en esta región se ha comenzado a sentir el efecto de la erosión, algo que se vio en la pasada temporada de lluvias cuando un segmento del muro cayó ante la fuerza del agua.
Aunque Trump ya no está en la Casa Blanca, ecologistas como Traphagen aseguran que el efecto del muro se vive todos los días en esta región.
Manifiesta además que aun existen muchas dudas de cuál es el futuro de esa valla y los planes del presidente Joe Biden para remediar el daño causado.
Para el ambientalista aunque Biden frenó la construcción del muro, hasta el momento solo ha hablado de “reparar” el muro y quizás cerrar los huecos existentes entre un segmento de muro y otro.
“Sin embargo nadie habla de abrir espacios para el mantener el flujo del cruce de los animales”, se lamenta.
Asegura que no solo se habla de proteger a los grandes animales como los gatos salvajes , sino a todos, ya que sin importar su tamaño todos tienen un papel dentro de la cadena alimenticia y el ecosistema de la región.
En su opinión un paso fundamental será eliminar el derecho que tiene el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) para ignorar las leyes que protegen el medio ambiente y frenar que en un futuro continúe la construcción del muro.
Tanto Traphagen como Lombroso esperan que el documental, que se estrenó el pasado fin de semana a través de redes sociales y plataformas como YouTube, sirva para mostrar lo “inútil” que es un muro fronterizo para asegurar la frontera.
LA INEXISTENTE INVASIÓN
Las imágenes fueron filmadas por John Kurc, un fotógrafo que llegó a la frontera de Arizona atraído por las declaraciones de políticos, entre ellos el mismo expresidente Trump (2017-2021), que aseguraban que los Estados Unidos enfrentaba una “invasión”.
“Llegué buscando los carteles, a los invasores, sin embargo no encontré nada, solo el vasto desierto”, expresó Kurc durante una presentación virtual.
Meses después regresó al mismo sitio para darse cuenta del cambio radical con decena de trabajadores construyendo el muro fronterizo y derrumbando todo a su paso incluyendo los gigantescos y majestuosos saguaros.
Con la ayuda de drones Kurc filmó el uso generalizado de la dinamita para derrumbar grandes trozos de montaña y poder levantar el muro metálico de 30 pies de alto (unos 9 metros).
Durante la presidencia de Trump se construyeron 458 millas (unos 285 kilómetros) de muro fronterizo, su gran mayoría en el desierto de Arizona, dentro de parques nacionales.
Traphagen y Lombroso aseguran que para construir el muro fronterizo, se crearon caminos para transportar la maquinaria y el material necesario para levantarlo, pero estos están siendo ahora utilizados por migrantes para cruzar la frontera.
El documental termina con una poderosa imagen: una de las barras de acero cortada, muy cerca de sus cimientos.
Un hueco dentro del polémico muro de Trump que permite el paso de migrantes.