Los Ángeles, 5 may (EFE).- El hombre declarado culpable de matar a Josué Flores, un niño de 11 años apuñalado en Houston (Texas) en 2016 mientras caminaba de la escuela a su casa, fue condenado a pasar su vida en prisión.
Andre Timothy Jackson, de 35 años, fue encontrado culpable del asesinato del menor latino, que fue apuñalado más de 20 veces el 17 de mayo de 2016.
Tras el fallo del jurado, que no tardó más de tres horas en deliberar, la jueza Denise Collins condenó a cadena perpetua a Jackson el miércoles.
Jackson fue arrestado por primera vez en junio de 2016 pero un año después la Fiscalía del condado de Harris desestimó los cargos de asesinato porque los análisis de ADN a una chaqueta que supuestamente vestía el acusado no fueron concluyentes.
Sin embargo, la Policía de Houston nunca dejó de tener en el radar a Jackson y en 2019 él fue arrestado nuevamente después de que los resultados obtenidos por un laboratorio avanzado lo vincularan con el asesinato.
En el primer día de juicio, la Fiscalía explicó a los jurados lo sucedido el día del asesinato y el papel que desempeña la chaqueta, que supuestamente tiene la sangre de la víctima, reportaron medios locales.
La Fiscalía también tiene vídeos de vigilancia de algunos comercios de la zona en los que supuestamente aparece Jackson antes y después de la hora en que se llevó a cabo el crimen.
Jackson mantuvo su inocencia desde su primer arresto. En su juicio insistió en decir que el ADN del niño no estaba en la ropa que usó ese día.
Juan Flores, padre del menor fallecido, su familia y la comunidad habían luchado por años para conseguir justicia en el caso.
Tras escuchar la condena, Jackson dijo: “No puedo decirle mucho a Josué y su familia”.
“En este punto, tienen un veredicto de culpabilidad. No estoy seguro si creen que tienen al hombre correcto. Se trata de hombres negros en Estados Unidos”, añadió.