Chicago (EE.UU.), 29 oct (EFE).- Con un triple a 18 segundos del final que silenció al United Center de Chicago, Joel Embiid rescató este sábado a los Philadelphia 76ers y les dio un vibrante y sufrido triunfo por 114-109 ante los Bulls para dar continuidad a la victoria del viernes contra los Toronto Raptors.
Incluso en un día de poca brillantez, en el que perdió cinco balones y falló dos libres en el tramo final del cuarto período, Embiid logró ser decisivo para sus Sixers y acabó el partido como máximo anotador, con 25 puntos, siete rebotes y cuatro asistencias, fundamentales para incrementar a 3-4 el balance de su equipo.
Su gran triple a 18 segundos del final, y un error de Alex Caruso, que tuvo el balón para forzar la prórroga, permitieron a los 76ers sobreponerse al día muy complicado de James Harden, en el que registró un dos de trece en tiros, anotando prácticamente solo desde la línea de libres (11 de 11). “La Barba” acabó con un doble doble de quince puntos y once asistencias.
En los Bulls, DeMar DeRozan anotó 24 puntos, pero solo cuatro en la segunda mitad y ninguno en el último cuarto. Nikola Vucevic brilló en su duelo con Embiid y selló un magnífico doble doble de 23 puntos y 19 rebotes, con un cinco de siete en triples que se quedó sin premio.
HARDEN LIDERA LA FUGA INICIAL DE LOS 76ERS
Tras la exhibición de Tyrese Maxey en Toronto, cuando anotó 44 puntos, los 76ers arrancaron con confianza en el United Center y, al ritmo de Harden, con cinco asistencias en el primer cuarto, tomaron una rápida ventaja de quince puntos.
La línea de triples marcó las diferencias, con los Sixers por encima del 50 % (5 de 9) y los Bulls que necesitaron siete intentos para conectar los primeros tres puntos.
Los Sixers tuvieron una ventaja máxima de 19 puntos en el 49-30 y en el 54-35, liderados por Embiid y por un Harden que sellaba un gran triple que dejaba en evidencia a los locales. Fue lo mejor que mostró “La Barba” en la noche de Chicago, en la que se atascaría a continuación y encadenaría una larga serie de errores en tiros y también de gestión.
DEROZAN SOSTIENE A LOS BULLS
Fue mérito de DeRozan si los Bulls consiguieron mantenerse con vida a pesar de sus bajos porcentajes en triples, que tocaron el uno de nueve en el segundo cuarto. El número once de los Bulls aumentó el ritmo y llevaba ya veinte puntos al descanso.
Su gran triple para el 54-42 devolvió esperanzas al United Center y una gran jugada ante Harden y Tobias Harris, seguida por un triple de Vucevic, colocaba los Bulls a solo tres puntos (56-53).
Pese a que Tucker volvía a poner ocho puntos de margen entre los dos equipos al descanso, los Bulls habían recuperado la inercia y en el tercer período completaron su remontada. DeRozan, una vez más, hacía daño a los Sixers desde la distancia media y daba a los Bulls su primera ventaja de la noche en el 74-72.
En Philadelphia, Harden se atascó y encadenó una larga serie de errores, pero, desde el banquillo, Georges Niang (15 puntos y cuatro triples) brillaba para mantener el equilibrio (103-103), con cinco minutos por jugar.
EMBIID, DECISIVO
El luminoso marcaba 1.10 para el final con un empate 109-109 y Embiid perdonaba sus dos intentos desde la línea de libres. Una gran oportunidad para los Bulls, pero desperdiciada por un Zach LaVine que, pese a sus 20 puntos, no tuvo acierto en el momento clave.
Fue entonces cuando Embiid se reivindicó, al conectar un tremendo triple para el 112-109 a 18 segundos del final.
Los Bulls tuvieron la última palabra, pero el aro rechazó un intento de dos puntos de DeRozan. Caruso, con una gran jugada defensiva, recuperó el balón y tuvo en sus manos el triple para forzar la prórroga. Su tiro se quedó corto y los 76ers lograron salir de Chicago con una valiosa victoria, su segunda consecutiva.
Para los Bulls fue la cuarta derrota en siete partidos este año, la segunda seguida tras el revés sufrido el viernes ante los San Antonio Spurs.
Andrea Montolivo