Los Ángeles, 19 oct (EFE).- La congresista federal Karen Bass y el empresario Rick Caruso, candidatos a la alcaldía de Los Ángeles, se encuentran empatados a 20 días de la elección, impactada por la polémica que desataron los comentarios racistas de tres políticos latinos.
Una encuesta de intención de voto encomendada por el Southern California News Group y revelada el martes encontró que Caruso, un millonario que hizo su fortuna desarrollando proyectos de vivienda, tiene una ventaja de tres puntos porcentuales (39,8 % frente a 36,8 %) sobre Bass, una demócrata que ha estado por décadas en la política estatal y ahora representa a Los Ángeles en la Cámara de Representantes federal.
No obstante, la ventaja es demasiado pequeña para asegurar la ventaja de Caruso -quien no compite por ningún partido-, por lo que la encuesta advirtió que los candidatos están prácticamente empatados.
Bass ganó las primarias por más de 46.000 votos sobre Caruso, demostrando el amplio dominio demócrata en la segunda ciudad más grande de Estados Unidos, donde 48 % de los habitantes son latinos.
Pero el apoyo incondicional a los demócratas, que han dirigido la ciudad por varias décadas, parece estar en declive. La encuesta encontró que 58 % de los angelinos encuestados piensan que la ciudad va por mal camino. Los más pesimistas son los republicanos (72,2 %), por 53,5 % de los demócratas y 56,7 % de los independientes (56,7 %).
Sólo 23,8 % creen que el manejo de la ciudad va en la dirección correcta.
Ambos candidatos se han esforzado por ganar la confianza de los votantes. Sin embargo, Bass tiene un panorama más complicado después de que tres concejales demócratas fueran captados en una conversación grabada en secreto profiriendo epítetos racistas.
A raíz del escándalo Nury Martínez tuvo que renunciar a la presidencia del Concejo de Los Ángeles y finalmente a su cargo como concejal. En la conversación grabada, Martínez dijo que el hijo del concejal Mike Bonin, un niño afroamericano, “parece changuito” y también arremetió contra los migrantes indígenas mexicanos del estado de Oaxaca, a los que calificó de “feos”.
Los concejales Kevin de León y Gil Cedillo, que participaron en la conversación, han enfrentado en las últimas dos semanas una oleada de llamados para que renuncien, lo que hasta hoy no ha sucedido.
Tras perder su reelección al Concejo contra la progresista Eunisses Hernández, Cedillo dio su apoyo a Caruso, quién hasta hace pocos años estaba inscrito en el Partido Republicano.
De León se presentó a las primarias por la alcaldía y obtuvo más de 50.000 votos, que le servirían a Bass. Pero no está claro si el concejal aún cuenta con ese capital político y si logrará quedarse hasta las elecciones del 8 de noviembre.
El sondeo, que se realizó del 15 al 17 de octubre, una semana después de que estallara el escándalo, preguntó sobre el futuro de los concejales involucrados.
El 78,3% de los encuestados opinaron que Cedillo y De León deberían dimitir. El mayor llamado fue de los votantes demócratas con 82,6 % que pidieron la renuncia.
Sólo 12,3 % de los votantes creen que De León y Cedillo, que termina su periodo en diciembre, deberían quedarse.