Washington, 14 oct (EFE).- Estados Unidos dijo este viernes estar “profundamente preocupado” ante el incremento de la violencia en Etiopía, donde los rebeldes de la región norteña de Tigré acusan al Gobierno de lanzar una nueva ofensiva militar en el noreste de su territorio.
“Estamos profundamente preocupados ante las informaciones que apuntan a un aumento de la violencia, la pérdida de vidas, el ataque indiscriminado a civiles y la destrucción en el norte de Etiopía, particularmente en la región de Tigré”, indicó en un comunicado el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
El lunes, los rebeldes de la región norteña de Tigré acusaron al Gobierno de Etiopía, con el que están en guerra desde noviembre de 2020, de lanzar una nueva ofensiva militar en el noreste de su territorio junto con sus fuerzas aliadas de la vecina Eritrea.
“Ayer, 9 de octubre, los invasores colaboradores lanzaron una amplia ofensiva en la dirección del noreste, en los frentes de (las ciudades de) Rama, Zalambessa y Tserona”, (la última de ellas, en territorio eritreo), dijo este lunes en un comunicado difundido en Twitter el llamado “Gobierno de Tigré”, dirigido por el Frente Popular de Liberación de Tigré (FPLT).
“El Ejército eritreo y las fuerzas bajo el mando de Abiy Ahmed (primer ministro etíope) desplegaron esta mañana decenas de miles de fuerzas y unidades mecanizadas en los frentes de Rama, Tserona y Zalambessa en una nueva ronda de su ofensiva a gran escala”, aseguró este domingo por la tarde el portavoz de FPLT, Getachew Reda.
Los tigrinos ya acusaron a principios del pasado septiembre al Ejército federal etíope de lanzar nuevas ofensivas a “gran escala” en su territorio junto con tropas de Eritrea y fuerzas especiales y milicias de la vecina región de Amhara (sur y oeste).
Las autoridades etíopes y eritreas no han respondido de momento ante estas acusaciones y EFE no ha podido verificar los hechos por las dificultades de acceso a Tigré.
Las tropas eritreas penetraron en la región para respaldar al Ejército etíope después de que estallaran los combates en noviembre de 2020 -si bien Adís Abeba lo negó durante meses- y se habían retirado de la mayor parte de las zonas ocupadas el año pasado.
Las alegaciones del FPLT se producen en un momento de intensificación de los esfuerzos diplomáticos internacionales para impulsar un diálogo de paz, después de que el pasado 24 de agosto el Gobierno federal y los rebeldes reanudaran las hostilidades y se culparan mutuamente de romper la tregua vigente.
La guerra empezó el 4 de noviembre de 2020, cuando el primer ministro etíope ordenó una ofensiva contra el FPLT -partido que gobernaba hasta entonces la región- en respuesta a un ataque a una base militar federal y tras una escalada de tensiones políticas. Miles de personas han muerto y unos dos millones han tenido que abandonar sus hogares debido a la violencia.