Ciudad Juárez (México), 14 oct (EFE).- La mexicana Sandra Flores no ha visto a su hijo César Alonso en 16 años desde que él migró a Estados Unidos, pero este sábado podrá abrazarlo por tres minutos con el programa binacional “Abrazos no muros”.
En la mexicana Ciudad Juárez, fronteriza con El Paso, Texas, la mujer podrá también reencontrarse con su hijo Jesús Alonso, a quien lleva seis años sin ver.
“Ha sido difícil como mamá, porque me hacen falta en la casa. Todos los días pensando cuándo los iré a ver de nuevo. Ahora que va a ser el evento, siento emociones encontradas. Para mí, como mamá, son parte de mi corazón que se fue. Ahora que los voy a ver siento una gran emoción”, declaró a EFE la madre.
Con voz entrecortada y lágrimas, expresa que va a estar nerviosa y que va a aprovechar al máximo los escasos minutos, en los que no los va a querer soltar.
Aunque es una oportunidad única que ella va a disfrutar, menciona que reza por todas las familias separadas.
“Estamos tan lejos y tan cerca, y no puedo ver a mis hijos. En lo personal me afecta mucho como madre, son mis hijos y le pido a Dios darme la oportunidad de vernos y yo sé que se nos va a conceder, como padres no pensamos estar en esta situación y no se lo deseo a nadie”, refirió.
“Gracias a Dios nos apuntamos en el programa y alcanzaremos a vernos”, indicó.
UNA OPORTUNIDAD DE REENCUENTRO
El evento es un reflejo del drama migratorio de la región, vive un flujo migratorio récord hacia Estados Unidos, cuya Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) ha interceptado a más de 2,15 millones de personas en lo que va del año fiscal 2022.
De esta cifra, más de una cuarta parte son mexicanos, alrededor de 744.00.
Flores narra que mucha gente le dice que ella está bien económicamente porque tiene a sus hijos en Estados Unidos.
Pero ella dice que esto está alejado de la realidad, porque ellos también tienen dificultades financieras.
Sus hijos le dicen que se cansan del “sueño americano” y es ella quien les pide no perder la fe.
Su esperanza se reaviva con esta novena edición de “Abrazos, no muros”, que organiza la Red Fronteriza por los Derechos Humanos.
“Yo le diría a la gente que aprovechen la oportunidad, quienes no saben de este programa que se apunten para que tengan la oportunidad de ver a sus familiares, de abrazarlos y gracias a ese programa que hace que las gentes separadas se unan, aunque sean tres minutos, hay que aprovecharlos”, expresa.
Debido a los acuerdos con la Patrulla Fronteriza del sector de El Paso, en cada evento todos los participantes son identificados con camisetas blancas y azules con los logotipos del evento.
Con este evento, también se pretende tener un acto de protesta por la separación por el muro que ha instalado los Estados Unidos.
Guadalupe Peñuelas