Nueva York (EE.UU.), 10 sep (EFE).- El español Carlos Alcaraz tiene una doble cita con la historia este domingo, cuando se enfrentará al noruego Casper Ruud en la final del Abierto de Estados Unidos, con la posibilidad de ganar el primer ‘grande’ de su carrera y de convertirse a la vez en el número uno del mundo más joven de siempre.
Ser el número uno del ránking mundial era el sueño más grande de Alcaraz en su niñez, incluso más que ganar un ‘Grand Slam’, según reconoció él mismo. Este domingo no tendrá que elegir, será una final a todo o nada tanto para él como para Ruud, que pasará de la séptima a la primera posición si levanta el título en Nueva York.
A sus 19 años y con dos títulos Masters 1.000 en su bolsillo, Alcaraz puede hacer historia y arrebatar al australiano Lleyton Hewitt el récord de número uno más joven de la historia, y puede además convertirse en el más joven campeón del Abierto de Estados Unidos desde que lo logró el estadounidense Pete Sampras en 1990.
Solo cuatro tenistas españoles han sido números uno del mundo: Arantxa Sánchez Vicario (1995), Carlos Moyá (2003), Juan Carlos Ferrero (2003), entrenador de Alcaraz, y Rafa Nadal (2008).
EL NÚMERO UNO, TAN CERCA Y TAN LEJOS
“Veo cerca el número uno del mundo, pero a la vez está muy lejos”, reconoció Alcaraz tras ganar la semifinal contra el estadounidense Frances Tiafoe, tras una nueva victoria en un maratón de cinco sets.
El murciano se acostumbró a jugar de madrugada en Nueva York y se siente como en casa en la pista Arthur Ashe, donde ha jugado cinco sets contra el croata Marin Cilic, el italiano Jannik Sinner y Tiafoe.
“Nunca doy ninguna bola por perdida”, aseguró Alcaraz al analizar su brillante balance en los partidos de cinco sets, en los que salió ganador ocho veces de nueve, con la derrota contra Matteo Berrettini en Australia como única excepción.
LA PREPARACIÓN MENTAL, CLAVE
Antes de este torneo, Alcaraz nunca había llegado más lejos de los cuartos de final en un ‘Grand Slam’ y tiene claro que la gestión de las emociones será clave para poner las manos en el título.
Se mide con un Ruud que ya fue finalista este año en Roland Garros, done cayó ante Rafa Nadal, y que de ganar daría el salto más grande de siempre en el ránking mundial, al pasar de la séptima a la primera posición.
Pero Alcaraz ya sabe lo que es ganar al noruego, al haberle derrotado este mismo año en la final de Miami y en 2021 en Marbella, ambas veces en dos sets.
“Ya le gané en Miami, soy un jugador capaz de poder ganarle de nuevo en un ‘Grand Slam’, él ya ha jugado una final de un ‘grande’, ya sabe lo que es vivir ese momento, tiene esa experiencia y para mí es nuevo”, afirmó Alcaraz tras vencer a Tiafoe.
Ruud, que ganó nueve títulos en su carrera, pero todavía ningún ‘grande’ ni Masters 1.000, llega a la final tras imponerse al ruso Karen Khachanov en semifinales.
Alcaraz intentará jugar esta final “como un partido más” y está a un solo paso de hacer historia. La cita es este domingo a las 16.00 hora local (20.00 GMT) en una pista Arthur Ashe en la que las entradas más baratas rondan los 300 dólares.