Guadalajara (México), 28 ago (EFE).- El proyecto de construir 1 millón de viviendas propuesto por la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, debe considerar indicadores de medición de la calidad de vida, equidad y conectividad tecnológica y comercial, consideraron este miércoles expertos en la Cumbre Internacional del Hábitat de América Latina y el Caribe.
Eduardo López Moreno, excolaborador de ONU Hábitat, dijo que hacer proyectos teniendo como meta solo cifras redondeadas no suele resultar efectivo, pues no responden a realidades objetivas de medición.
En cuanto a la propuesta de Sheinbaum, quien asume el poder el 1 de octubre, opinó que no hay certeza de si estas viviendas van a proporcionar elementos como servicios públicos satisfactorios, vínculos eficaces con la ciudad, servicios de transporte adecuado o si ayudarán a construir un barrio y un espacio público.
El experto señaló que al pensar en proporcionar vivienda a la población es importante considerar los conceptos de prosperidad compartida, en el que todas las personas tengan bienestar y felicidad, así como la sustentabilidad ambiental y resiliencia social ante la crisis climática.
Propuso que el proyecto esté basado en la idea de que estos espacios se conviertan “en un océano y no en una isla”, es decir, que ofrezcan ventajas compartidas en términos de equidad, y preguntarse si responden a las expectativas de calidad de vida de las personas a las que está dirigida esta política pública.
La presidenta de la Comisión de Vivienda del Consejo Nacional del Desarrollo, Mariana Flores, afirmó que en el último año en México se han construido poco más de 163.000 viviendas, de las que más de 134.000 han sido de tipo residencial o ‘residencial plus’, por lo que pocas personas pueden acceder por los costos elevados.
Alfonso Iracheta, exasesor de ONU Hábitat, recordó que de 2000 a 2018, en el país se edificaron 11 millones de viviendas sociales, pero 6 millones están deshabitadas, abandonadas, invadidas o vandalizadas.
Afirmó que esta crisis de vivienda social tiene su origen en políticas que no han respondido al enfoque integral del hábitat y de la localización, pues cada vez más se ubican en zonas periféricas que desvinculan a la población de la ciudad.
El consultor de organismos internacionales como el Banco Mundial aseguró que México tiene capacidad de construir hasta 3 millones de viviendas si las necesidades así lo requieren, pero está quedando a un lado la recuperación de la vivienda abandonada.
La Cumbre Internacional del Hábitat de América Latina y el Caribe, organizada por ONU Hábitat y la Universidad de Guadalajara, concluye este miércoles tras abordar desde el lunes temas como la gobernanza y políticas para la acción, equidad, igualdad, transversalidad y sostenibilidad.