Kananaskis (Canadá), 17 jun (EFE).- El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, afirmó este martes poco después de llegar a la Cumbre del G7 en Kananaskis (Canadá) que el ataque lanzado por Rusia en la noche del lunes fue “uno de los mayores” desde el inicio de la guerra, con 440 drones iraníes y 32 misiles que han causado 12 muertes y más de un centenar de heridos.

En su encuentro con el primer ministro canadiense, Mark Carney, a primeras horas de la mañana, Zelenski añadió que el masivo ataque ruso había sido dirigido principalmente “contra la infraestructura y la población”.
“Es una gran tragedia”, afirmó el presidente ucraniano, quien también reiteró que Ucrania “está lista para las negociaciones de paz y un alto el fuego sin condiciones”.
Por su parte, Carney reafirmó el “inquebrantable apoyo” de Canadá a Kiev “hasta que se alcance una paz justa” para el pueblo ucraniano.
El primer ministro canadiense añadió que la guerra en Ucrania fue uno de los temas de conversación durante la cena de trabajo que los líderes del G7 tuvieron en la noche del lunes en Kananaskis con la presencia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Carney señaló que en esas conversaciones se subrayó la importancia de “utilizar la máxima presión contra Rusia ante su negativa” a entablar negociaciones de paz.
El primer ministro canadiense explicó que las medidas discutidas incluyen “la presión financiera” y que por ello Canadá anunciará este martes nuevas sanciones contra individuos y entidades rusas que están contribuyendo a la invasión de Ucrania, entre ellos unos 200 navíos que conforman la llamada “flota fantasma” que está facilitando la evasión de las sanciones.
El G7 concluye este martes su 51 cumbre con una serie de sesiones en las que participarán los líderes de varios países ajenos al grupo: México, Ucrania, Brasil, India, Australia, Corea del Sur y Sudáfrica.
Zelenski tenía programado reunirse en Kananaskis con Trump, pero el presidente de Estados Unidos decidió de forma inesperada abandonar la cumbre en la noche del lunes, tras solo una jornada de trabajo, y regresar a Washington por el conflicto entre Israel e Irán.