Washington, 14 nov (EFE).- El Zar fronterizo de los Estados Unidos, Tom Hoffman, rechazó este viernes las críticas lanzadas por obispos católicos del país a los operativos migratorios y les pidió usar su tiempo para “arreglar la iglesia”.
En una rueda de prensa fuera de la Casa Blanca, Hoffman dijo que “cruzar la frontera sin permiso” es un delito y agregó que “como católico de toda la vida” rechaza la posición de las autoridades religiosas porque “no entienden las consecuencias de romper las reglas migratorias”.
“Lo siento, pero la iglesia católica está mal y deberían dedicar su tiempo en arreglar lo que está mal en la iglesia”, concluyó el máximo asesor migratorio de la Casa Blanca.
La reacción de Hoffman se deriva de un comunicado firmado por 214 lideres católicos que se reunieron esta semana en Baltimore y quienes enviaron un mensaje de “preocupación” debido a la “persecución racial” y el estado de “miedo y ansiedad” a la que aseguran que las comunidades migrantes están siendo sometidas en el país.
“La doctrina católica exhorta a las naciones a reconocer la dignidad fundamental de todas las personas, incluidos los inmigrantes”, resalta el mensaje, que dice reconocer la labor de las autoridades migratorias pero critica las deportaciones masivas y las formas en las que han operado durante esta Administración.
Durante 2025, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) asegura que más de dos millones de personas indocumentadas han sido expulsadas del país, dato que incluye a las personas que decidieron salir de forma voluntaria ante las redadas masivas y amenazas de deportación en las principales ciudades estadounidenses.


