Ciudad de México, 25 abr (EFE).- La cantante mexicana Vivir Quintana se preguntó hace diez años “¿qué hubiera pasado si mi amiga (víctima de femicidio) hubiera matado a su agresor?” y de ahí surgió ‘Cosas que sorprenden a la audiencia’, su nuevo álbum que renueva los corridos “misóginos y violentos” con casos de “mujeres reales que defendieron su vida” de la violencia machista.
“Empecé a investigar y me di cuenta que en México había muchas mujeres que se habían defendido de sus agresores y habían sido privadas de su libertad física, eso se me hizo super incongruente e injusto (…) Y, en este caso, quise usar la música, mi voz y mis palabras para contar estas historias”, defiende Quintana ante el estreno del disco en México, donde en promedio diez mujeres son asesinadas al día.
Desde ‘Canción sin miedo’, un himno al feminismo que acaba de cumplir cinco años, la artista ha decidido acompañar su trayectoria de activismo y rebelión musical basada en “otras narrativas”.
Por eso, detalla en entrevista con EFE, estos diez corridos tenían que ser “en primera persona” y alejados de “la violencia y la misoginia” asociadas a este género popular.
Para salir de la visión “aspiracional e incluso pedante” de los narcocorridos de moda, Quintana explica que tuvo que “deshacer el género y volverlo a formar”.
La violencia de género “nos compete a todos”

Se trata, señala, de “contar historias reales”, como la de Yakiri Rubio, la protagonista de ‘La Nochebuena más triste’ y uno de los casos más recordados en la Ciudad de México sobre legítima defensa con exceso de violencia.
“Nos conocimos en 2020 para hacerle un corrido y el proceso fue muy lindo y sanador para ambas”, asegura acerca de su ahora amiga Yakiri Rubio, quien estuvo presente en el estreno del disco en la capital mexicana.
“El día que escuché (mi corrido) recuerdo que a los cinco segundos empecé a llorar y no llorar de un tema que me traiga malos recuerdos, es una cuestión de saber que sigo viva (…) Hoy vivir esta canción puede servir para inspirar a otras mujeres, a saber que tenemos derecho a defendernos y a que podemos seguir vivas”, sostiene Rubio.
Por eso, agrega Quintana, “me tardé diez años” en hacer este disco “con respeto y dignidad pero también con mucho amor para contar la historia de mujeres que me abrieron su corazón, su casa y sus celdas”.
“Porque no es solamente tomar la historia de ellas (…) Es acompañarlas, estar con ellas y entender que cuando no se está formando un vínculo solamente te estás llevando esas historias y te las estás robando, se tiene que formar un vínculo de confianza”, insiste la compositora de 40 años.
Sin embargo, apunta, hay audiencia que se sigue “sorprendiendo de que la mujer se defienda” en un país donde 68 % de las mujeres ha recibido algún tipo de agresión, pero “la violencia de género es un trabajo que nos compete a todas y a todos”.
“Yo le digo a los compañeros (hombres): ‘Ustedes también necesitan escucharlo’, no es un disco solo para morras (mujeres) es para todos por igual”, insiste Vivir Quintana.
Espero que “este álbum sea una crónica de lo que pasó en un momento en México, que dentro de 20 años la gente lo agarre y no pueda creer lo que sucedía en este país”, concluyó.
