Ciudad de México, 30 dic (EFE).- Unos 2.000 migrantes han abandonado o desistido de seguir caminando con la caravana que partió de la frontera sur de México como la más numerosa del año, y han tomado la decisión de irse solos, o han sido asegurados por autoridades migratorias al tratar de cruzar México.
En este contingente que permanece en Mapastepec, hay cerca de 4.000 enlistados, más los que se han estado sumando para caminar a Pijijiapan la madrugada de este domingo.
Este sábado los migrantes solicitaron al titular del Instituto Nacional de Migración (INM), Francisco Garduño Yáñez, atender a todos los grupos familiares que se mantienen en el deportivo Santa Cruz de esta localidad.
Luis Rey García Villagrán, director del Centro de Dignificación Humana (CDH), aseguró que ninguno de los integrantes de este éxodo regresará a Tapachula, por lo que este sábado realizaron una petición por escrito para ser entregada a la estación migratoria siglo 21 y puedan ser procesados en la Ciudad de México.
“La condicionante de nosotros que nos procesaran a partir del paralelo 19, vamos a seguir acá, el paralelo 19 para ser más claro, es la Ciudad de México, así, o de otra manera tomaríamos una negativa y seguiríamos caminando”, dijo.
Explicó que hasta ahora desconoce qué documento vayan a dar, pero advirtió que tiene que ser un documento válido por un año, “esa es la condicionante de nosotros”.
Jonathan, un migrante de Nicaragua, señaló que busca regularizar su estancia en México, para poder trabajar y darle bienestar a su familia, ya que huyó de la dictadura de su país.
“Que nos ayuden para que nos den un documento para poder trabajar en México, porque la gente no da trabajo”, refirió.
Aseguró que la caravana no la van a poder frenar “porque vamos con la ayuda del señor, en dado caso de que no tengamos respuesta vamos a salir caminando”.
Otra de las familias que se mantiene es la de Noemí Erástegui, quien viaja con 6 niños y su esposo provenientes de Venezuela, a quienes se les terminó el dinero, los alimentos y se encuentran deshidratados, luego de haber caminado más de 100 kilómetros.
“Muchos tienen cómo alimentarse y nosotros no. Hemos querido avanzar pero tenemos miedo que nos agarren y nos devuelvan hacia abajo (a su país), porque es en vano el esfuerzo que hemos hecho”, lamentó.
Este grupo familiar, está esperando a otro compatriota que fue asegurado por el Instituto Nacional de Migración (INM) que fue llevado a Tapachula, para que se reincorpore a su grupo y puedan seguir su travesía por Chiapas a Ciudad de México.
Brenda González, responsable del área de salud de la organización Madre Tierra México, indicó que están brindando consultas médicas, medicamentos, puestos de hidratación y curación de heridas a los migrantes por los grandes tramos que caminan.
La caravana del éxodo de la pobreza, saldrá este domingo por la madrugada a Pijijiapan ubicada unos 45 kilómetros como siguiente destino.