Saltillo (México), 17 de mayo (EFE).- El talento de la Orquesta Filarmónica del Desierto, las imágenes de 15 desiertos alrededor del mundo y el uso de la inteligencia artificial, se conjugaron para dar forma al espectáculo “Tormenta de Luz” que debutó la noche de este miércoles en la ciudad de Saltillo, estado de Coahuila, norte de México.
El Museo del Desierto fue el lugar que hospedó este espectáculo, en la primera de sus dos funciones miércoles y jueves.
La experiencia inmersiva estuvo integrada por música, fotografía, animación e inteligencia artificial, así como un poema de Mercedes Luna, Premio Nacional de Literatura Gilberto Owen.
El proyecto fue concebido por el artista visual y cineasta Alfredo De Stefano, quien presentó el material que fotografió a lo largo de 20 años de carrera y está integrado por maravillosas imágenes de más de 15 desiertos del mundo, entre ellos, Sahara, Namibia y Gobi.
Las fotografías se presentaron en una enorme pantalla, de 18 metros de largo por 4 metros de alto y atraparon con su grandeza a los asistentes.
Precisamente el público, en esa primera parte del espectáculo, disfrutó de los acordes de “Las Cuatro Estaciones” de Antonio Vivaldi, interpretadas por la Orquesta Filarmónica del Desierto.
La orquesta es dirigida por Natanael Espinoza y la producción corrió a cargo de Salvador Alejandro Garza, quien es graduado en Producción Contemporánea en Londres, Inglaterra.
Para la segunda parte del programa destacó la pieza electroacústica “Elec 3 Cities” que fue creada para el evento por Obed Cortés, timbalista de la orquesta y que permitió un recorrido por la experiencia de los “mundos” creados por la inteligencia artificial.
De Stefano es un reconocido artista, originario de la ciudad de Monclova, también en el estado de Coahuila, que ha dedicado gran parte de su vida a fotografiar áridos paisajes alrededor del mundo.
Además, en 2001 realizó el documental “Yermo” con el cineasta Everardo González y el material fue nominado a dos premios Ariel, el máximo galardón de la cinematografía en México.
La dirección digital del espectáculo corrió a cargo del propio De Stefano y David Medina y la programación de la inteligencia artificial de Daniel Magallanes.