Washington, 7 jul (EFE).- La ligera caída del déficit comercial estadounidense en mayo, de apenas el 1,3 %, dejó entrever que la moderación del consumo continuará a medida que el país trata de hacer frente a una inflación disparada que alcanzó el 8,6% en mayo, su tasa más alta en los últimos 40 años.
Mayo es el segundo mes consecutivo en que se registra una caída del déficit, después de que en abril la cifra experimentase su primera bajada -de más del 19 %- desde mediados del año pasado.
En cifras absolutas, el déficit se situó en el quinto mes del año en 85.500 millones de dólares, informó este jueves la Oficina de Análisis Económico (BEA, en inglés).
Las importaciones subieron apenas un 0,6 % respecto a abril y se situaron en los 341.400 millones de dólares, mientras que las exportaciones aumentaron un 1,2 %, hasta los 255.900 millones de dólares.
En mayo, el déficit comercial de bienes con China, muy sensible políticamente en EE.UU., bajó 2.800 millones de dólares y se situó en los 32.200 millones, de nuevo por una caída de las importaciones de ese país, con una reducción de 2.300 millones de dólares.
El saldo negativo con la Unión Europea, por su parte, se situó en los 17.100 millones de dólares; y con México, en los 9.900 millones.
Las cifras de mayo llegan después de que en abril se registrara por primera vez desde mediados de 2021 una caída del déficit comercial estadounidense, que lo situó en 87.100 millones de dólares, tras la fuerte subida de marzo.
Si se suman los cinco primeros meses de 2022, el déficit comercial de Estados Unidos supera al del mismo período de 2021 en 126.500 millones de dólares, un 38,4 % más, con un aumento de las exportaciones del 19,4 % y de las importaciones del 24 %.
En un análisis por sectores, las ventas de material y suministros industriales por parte de Estados Unidos al resto del mundo aumentaron en mayo en 3.300 millones, mientras que las importaciones por este mismo concepto crecieron ligeramente en 1.800 millones.
Dentro de este segmento se incluyen las compras y ventas de petróleo crudo, que experimentaron a lo largo de abril una subida de 1.100 millones en exportaciones, coincidiendo con la caída en la oferta de crudo en los mercados internacionales por la guerra en Ucrania.
Las exportaciones de gasolina, sin embargo, se redujeron en 700 millones de dólares.
Las importaciones de crudo también aumentaron, aunque en menor medida, en 900 millones de dólares.
La gasolina es uno de los productos en los que más se están notando los efectos de la inflación, cuyo precio alcanzó a comienzos de junio los cinco dólares por galón (3,78 litros), algo nunca visto en Estados Unidos.
En el mismo punto del año pasado, por ejemplo, el precio se encontraba en poco más de tres dólares por galón.
Los analistas de la federación de asociaciones automovilísticas AAA esperan además que el precio siga aumentando durante los meses de verano.
En cuanto al sector alimentario, que también incluye bebidas, el país redujo sus exportaciones en 1.600 millones de dólares, con las exportaciones de soja registrando una caída de 1.900 millones de dólares.
En el quinto mes del año, la primera economía del mundo vendió más de lo que compró a Sudamérica y Centroamérica (7.100 millones de dólares de superávit), a Brasil (1.500 millones), a Hong Kong (2.000 millones), a Países Bajos (2.500 millones) y a Reino Unido (1.600 millones).
Por contra, compró más de lo que vendió, además de a las ya mencionadas China, Unión Europea y México, a Vietnam (11.100 millones de dólares), a Canadá (9.800 millones), a Japón (5.900 millones) y a Corea del Sur (4.100 millones).