Ciudad de México, 27 abr (EFE).- El cronista guatemalteco Harris Whitbeck, corresponsal de guerra en numerosos conflictos de este siglo, aseguró en una entrevista con EFE que aun en tiempos de redes sociales el periodismo narrativo tendrá vigencia.
“Una historia bien contada siempre va a interesar, la crónica es necesaria para poder comprender la realidad de hoy. Si uno sólo consume noticias en TikTok, no va entender el contexto”, explicó el comunicador de 59 años en Ciudad de México.
Whitbeck ha sido uno de los protagonistas de la Fiesta del Libro y La Rosa de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde disertó acerca del periodismo en el lugar de los hechos y destacó la importancia de la honestidad y la humildad en el oficio.
En el festival el reportero presentó su libro 'El oficio de narrar sin miedo', publicado por Planeta en los tiempos de la pandemia de covid-19 y lanzado este mes en México, donde el comunicador cumplió gran parte de su carrera profesional.
“Uno no elige ser periodista, yo jamás dudé de que iba a serlo. De niño jamás tuve esa crisis existencial de adolescente sobre qué iba a ser cuando fuera grande”, reveló.
La mirada en los detalles

Como hizo su autor durante décadas en sus reportajes de televisión, el libro de crónicas de Whitbeck presta atención a los detalles.
En él, el lector se entera de que la pluma con la que Mijaíl Gorbachov iba a firmar la separación de la Unión Soviética no tenía tinta y entiende que el miedo es un compañero de viaje en la guerra.
“Lo he dicho otras veces, el miedo no es nada más que un vacío de información y si lo llenas se acaba. El miedo se combate estando en el momento actual, la clave es estar en el presente”, contó.
Harris se interesó por las historias bien contadas al leer hace años al cronista estadounidense Jon Lee Anderson y las piezas de la revista Gatopardo.
A partir de ellas contó desde el punto de vista humano sus andanzas de reportero, con vivencias como cuando salió ileso de campañas en la guerra de Afganistán, en Irak y otras, pero estuvo cerca de una tragedia ante un cocodrilo en el Amazonas.
“Siempre sentí una especie de protección, soy sereno y cuando estaba en el lugar de los hechos el miedo desaparecía. La serenidad me permitía mantenerme tranquilo, conectado con la realidad, algo importante para no cometer tonterías que pueden costar la vida”, describió.
Un periodista nunca deja de serlo

Cuando estuvo en Venezuela el corresponsal tuvo el número del móvil de Hugo Chávez en sus tiempos de teniente coronel. Whitbeck expone que entonces ya era tan manipulador como cuando fue presidente, según su relato, pero no abunda sobre el tema. Ahora es Ministro de Turismo de Guatemala y es mesurado.
“Las herramientas que adquirí como periodista, aprender a hacer preguntas, a escuchar, a tomar decisiones sobre la marcha, me son útiles ahora como miembro del gabinete del gobierno de mi país. Un periodista nunca deja de serlo y yo no he dejado de comunicar, sólo lo hago de manera diferente”, opinó
Recuerda Whitbeck el día que se fue de CNN México y su colega Krupskaia Alís le regaló un libro del cronista polaco Riszard Kapuscinski. “Me dijo: 'léelo que algún día vas a escribir tus vivencias'. Recuerdo aquello con emoción”, rememoró.Después de haber recorrido mundo, de haber escrito sus vivencias en un libro y a los casi 60 años girar hacia la política, la voz de Harry Whitbeck es relevante a la hora de hablar del mundo de hoy.
Cuestionado sobre si hay razones para el optimismo, respondió que “es una época difícil”.
“El cambio de los flujos migratorios a Estados Unidos ha obligado a miles de inmigrantes a cambiar su vida pero un migrante es una persona valiente y siempre encontrará una oportunidad. Soy optimista, están naciendo nuevas generaciones de líderes todo el tiempo y eso me da confianza”, concluyó.