Washington, 29 may (EFE).- La Corte de Apelaciones del Circuito Federal suspendió este jueves de forma temporal la orden de otro tribunal que bloqueaba la política arancelaria del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien se anota una victoria judicial mientras sigue negociando acuerdos comerciales con otros países.
La decisión llega después de que el Gobierno de Trump recurriera el bloqueo a los aranceles determinado el miércoles por el Tribunal de Comercio Internacional de Estados Unidos para “evitar daños irreparables a la seguridad y la economía”.
Dicho tribunal dictaminó que el presidente no tiene autoridad para aplicar de forma “ilimitada” la Ley de Poderes Económicos en Emergencias Internacionales que invocó para aplicar gravámenes globales el 2 de abril, así como otros para China, México y Canadá.
La corte de apelaciones no anula ese fallo pero suspende su aplicación de forma cautelar mientras estudia el fondo del asunto.
En paralelo y tras la denuncia de dos pequeños fabricantes de juguetes, el Tribunal federal del Distrito de Columbia había resuelto que la Ley de Poderes Económicos en Emergencias Internacionales no permite a Trump “imponer, revocar, suspender, restablecer y ajustar unilateralmente aranceles para reorganizar la economía global”.
La Administración tenía dos semanas para recurrir ese segundo veto antes de que este entrara en vigor y el Ejecutivo ya ha presentado su apelación.
La Casa Blanca denuncia una persecución judicial
Antes del fallo de la corte de apelación, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, condenó con dureza la decisión adoptada el miércoles y aseguró que Trump está siendo objeto de una persecución judicial en relación a las múltiples órdenes para obstruir muchas de las medidas, algunas de ellas muy polémicas, que ha adoptado desde que retornó al poder en enero.
“Tres jueces del Tribunal de Comercio Internacional de Estados Unidos han discrepado y abusaron descaradamente de su poder judicial para usurpar la autoridad del presidente”, afirmó Leavitt, que añadió que “EE.UU. no puede funcionar si el presidente Trump, o cualquier otro mandatario, ve sus delicadas negociaciones diplomáticas o comerciales frustradas por jueces activistas”.
Leavitt quiso dejar claro que la Casa Blanca prevé “librar esta batalla hasta el Tribunal Supremo” si hace falta. El Ejecutivo planeaba acudir a la máxima instancia judicial este viernes en caso de no haber recibido una respuesta a su favor.
“Vivimos bajo una tiranía judicial”, había escrito poco antes en la red social X Stephen Miller, uno de los principales asesores del líder republicano, mientras que Jason Miller, otro de sus consejeros, criticó en la cadena Fox Business a jueces “no electos” que consideró que “están tratando de imponer su propia voluntad en lo que respecta a la política fiscal, política comercial y todo lo relacionado con la economía”.
Las negociaciones comerciales siguen adelante
Leavitt advirtió a los países que están negociando tratados comerciales con Washington en la actualidad “que el presidente se reserva otras facultades arancelarias” para garantizar “que se restablezcan los intereses de EE.UU. en todo el mundo”.
Los expertos han apuntado a que, independientemente de lo que los jueces dictaminen sobre los aranceles sujetos a la IEEPA, el Gobierno puede aplicar gravámenes recurriendo a otras leyes, aunque los procedimientos para activarlos serían algo más complejos y llevarían más tiempo.
En todo caso, la portavoz dijo este jueves que Washington sigue hablando con sus socios comerciales para cerrar acuerdos y que el representante de EE.UU. para el Comercio, Jamieson Greer, ha recibido de otros países el mensaje de que “tienen la intención de continuar con estas negociaciones”.
Por su parte, el director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, Kevin Hassett, dijo sobre las negociaciones que “hay muchos, muchos acuerdos en camino” y que “hay tres que básicamente parece que están listos”: “Esta temporada de negociaciones comerciales ha sido muy, muy eficaz para los ciudadanos estadounidenses”, aseveró.