Londres, 2 ene (EFE).- Un jet privado que el actual propietario cree que pudo haber pertenecido en algún momento al conocido narcotraficante colombiano Pablo Escobar se ha reconvertido en un Airbnb de lujo en un polígono de Bristol (suroeste de Inglaterra).
Se trata de un modelo de avión Boeing 727 Airliner de 1968 que comenzó volando para Japan Airlines como una nave comercial y pasó a destinarse para uso privado en 1981. Se dice que, a lo largo de su historia, realizó viajes con fines militares y pasó por las manos de la realeza saudí o un magnate danés, además del capo de la droga de Medellín.
“Hay muchas personas que, al leer la historia del avión, rastrean los números de las matrículas y recibí varios mensajes de gente que sugería que podría haber pertenecido a (Pablo) Escobar durante un breve periodo en los años 80”, explica a EFE el actual propietario del jet, Johnny Palmer.
En cambio, un portavoz de PYTCH, la empresa a la que hasta ahora estaba vinculado el jet, niega a EFE que el avión tenga relación con Escobar: “No creo para nada que fuese su avión, honestamente. Hay rumores que se han esparcido sobre ello, pero no creo que él (Pablo Escobar) fuese su dueño. No hay nada que lo sugiera”.
Palmer, de 41 años, adquirió la aeronave en 2021, y tras un largo proceso burocrático con el Ayuntamiento de Bristol, consiguió transportarla desde el aeródromo en el que se encontraba hasta su ubicación actual, en el polígono de Skyline Park, en las inmediaciones de la ciudad inglesa.
“La razón por la que lo compré es simplemente porque estaba disponible, tengo terrenos y me gusta la ingeniería. Pero nunca lo vi como un negocio, solo como una afición”, relata Palmer, que confiesa que actualmente está remodelando un segundo avión.
El Boeing 727 Airliner empezó a utilizarse para grabar vídeos musicales, para fiestas privadas… y hace seis meses, Palmer decidió convertirlo en un Airbnb para que otra gente pudiese alquilarlo y disfrutarlo por hasta 850 libras por noche (1.025 euros).
Con capacidad máxima para cuatro personas, está situado sobre unos contenedores industriales a 10 metros de altura para que dé la sensación de que está volando y está alimentado completamente por energía renovable, a través de placas solares y baterías.
En el interior está decorado con detalles en oro y cristales preciosos y cuenta con dos salas de estar, una cama extragrande, dos camas individuales, tres baños, una ducha, una cocina y una cabina de piloto totalmente ocupada. Además, también cuenta con una zona exterior con jacuzzi y una sauna.