Santiago de Chile, 31 mar (EFE).- Deportes Iquique arranca su camino en la Copa Sudamericana este martes transfigurado en incógnita dentro del grupo H en el que debuta ante el venezolano Caracas FC dirigido por el novel Fernando Aristeguieta, y afrontando horas bajas tras sorprender en la fase previa de la Libertadores.
Los ‘Dragones Celestes’ juegan como locales en el estadio Tierra de Campeones siendo colistas de la liga chilena, sin triunfos en seis partidos, deslucidos del brillo que mostraron en el torneo continental al eliminar al colombiano Santa Fe y de batallar con el peruano Alianza Lima.
Aunque siguen siendo candidatos dentro de un grupo en el que también están el brasileño Atlético Mineiro y el peruano Cienciano, el duelo ante un cuadro capitalino séptimo en la liga venezolana e invicto en sus últimos cinco partidos, representa mayor dificultad en su actual momento.
El club del norte de Chile tocó fondo hace dos semanas, cuando era goleado en un juego del campeonato local, que significó su quinta derrota al hilo, y un grupo de barristas encapuchados invadieron el campo antes del final.
La crisis detonó la salida del preparador físico Marcelo Oyarzún y los dirigentes de la sociedad anónima que regenta al equipo anunciaron la venta de las acciones del club para permitir la llegada de una nueva administración.
Ambos equipos vienen de empatar en sus respectivas ligas. Iquique sumó su primer punto de la temporada con un 1-1 frente a Ñublense, y el Caracas igualó su segundo partido seguido 3-3 ante Yaracuyanos.
Los ‘Rojos del Ávila’ tuvieron que derrotar al también venezolano Deportivo La Guaira para acceder a esta instancia del torneo, pero están lejos del rendimiento de aquellas versiones anteriores con las que acapararon elogios en el continente.
El Caracas es el tercer equipo de esta Sudamericana con el menor presupuesto en su plantilla de jugadores, que tiene un valor de poco más de 4,5 millones de dólares, superado solo por el Aurora boliviano y el venezolano Metropolitanos.
Bajo el mando de Aristeguieta desde mediados de 2024, los ‘Diablos Rojos’ apuestan por su recuperación de la mano del exdelantero que comenzó a dirigir en la categoría Sub-23 del Puebla mexicano.
El ‘Colorado’ como exjugador del club solo disputó cuatro partidos entre Libertadores y Sudamericana, ahora afronta a sus 32 años y apenas 49 partidos como técnico, su primera experiencia internacional desde el banquillo.
Al frente estará Miguel Ramírez que como entrenador tiene más de 300 duelos, pero que en torneos continentales solo suma los cuatro de este año en Libertadores, una competencia que como jugador de Colo Colo ganó en 1991.
En el ataque de ambos equipos también hay diferencias en la experiencia. Iquique cuenta con el atacante de 38 años Edson Puch, que ya marcó tres goles en la fase previa de la Libertadores 2025, y el Caracas se apoya en Ender Echenique de 20 años y dos tantos en el partido que los clasificó en la Sudamericana.
Ramírez, además, tiene dos nuevas incorporaciones desde su eliminación en tercera ronda de la Libertadores, el defensa español Enric Saborit, exMallorca y Athletic de Bilbao, y el delantero argentino Matías Moya, cedido por Colo Colo.
Por María José Rey