Washington, 19 jun (EFE).- Las fuerzas armadas estadounidenses han trazado ya los planes para atacar Irán, que habrían sido aprobados por el presidente Donald Trump, de quien depende la orden final de iniciar el ataque. Y todos los especialistas coinciden que dependen de una bomba de 13.600 kilogramos.

El periódico The Wall Street Journal publicó que Trump reveló a sus más estrechos colaboradores en la noche del martes que ha aprobado los planes que le ha presentado el Pentágono, pero que todavía no ha dado la luz verde al ataque.
Este jueves, Trump dijo que el periódico “no tiene ni idea” de cuáles son sus pensamientos, pero no negó la información. Por su parte, la Casa Blanca señaló hoy que Trump tomará la decisión en unas “dos semanas”.
Si se produce el ataque de EE.UU. contra Irán, su principal objetivo sería la planta subterránea de enriquecimiento de uranio de Fordow, situada a unos 100 kilómetros al sur de Teherán.
Según las informaciones publicadas, la planta tiene instaladas miles de centrifugadoras y está situada decenas de metros bajo una montaña.
El interés de Israel por Fordow radica en que es la única instalación nuclear iraní en la que los inspectores de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) han detectado partículas de uranio enriquecido con un grado de purificación necesario para la construcción de armas nucleares.
Pero Israel no cuenta con el armamento necesario para penetrar el más de un centenar de metros de roca que protegen el complejo subterráneo. Para ello necesita la tecnología estadounidense.
La fuerza aérea israelí tiene en su arsenal las bombas BLU-109 y GBU-28, designadas como armas capaces de destruir búnkeres subterráneos.
La GBU-28, con un peso de 2.270 kilogramos y guiada por láser, fue usada por Israel para matar al líder de Hizbulá, Hasan Nasrala, el 27 de septiembre de 2024. Tiene una capacidad de penetración de hasta 20 metros de hormigón reforzado o roca.
Así que para acabar con Fordow y sus centrifugadoras, es necesario la hermana mayor del GBU-28, la GBU-57/MOP, un monstruo de 13.600 kilogramos capaz de penetrar hasta 60 metros de roca.
GBU significa en inglés Guided Bomb Unit (Unidad de Bomba Guiada) y MOP es Massive Ordnance Penetrator (Penetrador de Munición Masiva o bomba penetradora de gran potencia).
En estos momentos la GBU-57/MOP solo puede ser utilizada desde el bombardero ‘invisible’ estratégico B-2 Spirit, aunque las fuerzas aéreas de EE.UU. también han arrojado en pruebas la bomba desde el clásico bombardero B-52.
El B-2 Spirit, en servicio desde 1997 y que pronto será sustituido por el B-21 Raider, puede operar desde la base aérea Whiteman en el estado de Misuri o desde la isla de Diego García, en el océano Índico.
Para proteger Fordow de ataques aéreos, Irán contaba con baterías antiáereas rusas S-300, uno de los sistemas de misiles tierra-aire más avanzados del arsenal ruso.
Pero los analistas creen que en estos momentos Fordow ha perdido esa protección por lo que una operación de bombardeo con el B-2 Spirit sería relativamente sencilla para la fuerza aérea estadounidense.
Según las fuerzas armadas israelíes, en la última semana, el 70 % de las baterías antiaéreas de Irán han sido destruidas.
La libertad de acción de los bombarderos B-2 Spirit, o de los B-52 si EE.UU. decide utilizar otra plataforma, sería clave para garantizar la destrucción de Fordow ya que, aunque la GBU-57/MOP tiene una gran capacidad de destrucción, no está garantizado su éxito; por lo que la fuerza aérea querría realizar varios ataques consecutivos.