Washington, 26 ago (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, avanzó que su Administración pedirá la pena de muerte para todo aquel que comenta un asesinato en Washington como parte de su plan para acabar con el crímen en la capital.
“Si alguien asesina a alguien en la capital, pena de muerte”, dijo Trump durante la séptima reunión de su Gabiente.
Según el mandatario, esta “es una medida de prevención muy fuerte”, pero aseguró que toda su Administración está de acuerdo.
“No sé si estamos preparados para esto en este país. Pero no tenemos otra opción”, añadió.
“Si alguien mata a alguien”, insistió el republicano “va a ser pena de muerte”, insistió.
El presidente avanzó esta nueva parte de su estrategia con la que busca acabar con lo que el considera una criminalidad desbocado en la capital estadounidense, donde el nivel de delitos, pese a ser alto, está en su nivel más bajo de los últimos 30 años.
El pasado 11 de agosto, Trump tomó el control de la seguridad de Washington, por 30 días inicialmente, amparándose en la ley que permite intervenir la autoridad de la ciudad justificando que existe una “emergencia” por la alta criminalidad.
Además de los 800 miembros de la Guardia de Washington activados, seis estados gobernados por republicanos (Virginia Occidental, Carolina del Sur, Ohio, Misisipi, Luisiana y Tennessee) que han decidido enviar más efectivos.
Tras la llegada de estos, el número asciende a unos 2.000 efectivos solo de la Guardia Nacional. También patrullan en la ciudad la Policía Metropolitana y agentes federales del FBI, la Administración de Control de Drogas (DEA) y el Servicio de Control de Inmigación y Aduanas (ICE).
Según ha explicado este martes la fiscal general, Pam Bondi, ya se han arrestado 1.094 personas en Washington y se han requisado 115 armas ilegales.
Activistas y organizaciones han denunciado que las agencias federales están aprovechando esta supuesta guerra contra el crimen para detener a migrantes indocumentados.