Washington, 16 jul (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó ese miércoles que los cárteles del narcotráfico tienen un “fuerte control” sobre México y afirmó que esto es algo que no se debe “permitir”.
Trump hizo estas declaraciones en la Casa Blanca durante la firma de una ley aprobada por amplio consenso entre republicanos y demócratas en el Congreso, que endurece las penas de prisión por la distribución de fentanilo y sus derivados en territorio estadounidense.
“Hoy le damos otra derrota a los salvajes narcotraficantes, criminales y a los carteles, que dominan México. Intento ser amable, pero tienen un fuerte control sobre México”, declaró el mandatario.
“Debemos hacer algo sobre eso, no podemos permitirlo.Las autoridades mexicanas están petrificadas, temen ir a trabajar porque los carteles tienen el control sobre los políticos y los cargos electos”, agregó Trump, quien al llegar al poder declaró a los principales carteles mexicanos como grupos terroristas.
Estos comentarios se producen tras el reciente enfrentamiento entre la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, y el abogado de Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín 'El Chapo' Guzmán, quien acusó a la mandataria de actuar como “el brazo de relaciones públicas de una organización narcotraficante”.
Sheinbaum calificó las declaraciones del abogado, Jeffrey Lichtman, como “irrespetuosas” hacia la investidura presidencial y anunció una demanda por difamación.
Pide a China la pena de muerte para traficantes

En el mismo evento, Trump pidió a China que comience a imponer la pena de muerte para los responsables de traficar fentanilo, una droga que ha generado una grave crisis de salud en Estados Unidos.
“Creo que vamos a lograr que China imponga la pena de muerte a quienes fabrican este fentanilo y lo envían a nuestro país”, afirmó el mandatario republicano.
“Creo que eso sucederá pronto”, añadió, rodeado de personas que sostenían retratos de sus familiares fallecidos por sobredosis de esta sustancia.
Trump ha hecho del combate al fentanilo una de sus grandes banderas y ha impuesto aranceles tanto a China como a sus vecinos, México y Canadá, a los que responsabiliza de la llegada de esta droga a territorio estadounidense.
El fentanilo es un opioide sintético con una potencia cien veces mayor que la morfina y cincuenta veces mayor que la heroína, que se utiliza con fines médicos pero es altamente adictivo y puede ser letal incluso en dosis muy pequeñas.
En los últimos años, los cárteles mexicanos han recurrido a precursores químicos provenientes de China para fabricar fentanilo de manera ilícita en laboratorios clandestinos y traficarlo hacia Estados Unidos, donde existe una grave crisis de adicciones.
En 2024, durante el último año del mandato de Joe Biden, se registraron 80.400 muertes por sobredosis en Estados Unidos, lo que representó una reducción del 27 % respecto al año anterior y el nivel más bajo desde 2019.
A pesar de esta disminución, el fentanilo, que suele mezclarse con otras drogas como la cocaína, sigue siendo responsable del 60 % de las muertes por sobredosis.
La epidemia de opioides en Estados Unidos tiene sus orígenes en la década de 1990, cuando las farmacéuticas comenzaron a promocionar masivamente analgésicos recetados, minimizando sus riesgos de adicción.