Washington, 13 feb (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este jueves que le “encantaría” que Rusia volviera al G7, anteriormente G8, del que Moscú fue suspendido tras la anexión en 2014 de la península de Crimea, entonces parte de Ucrania.
“Me encantaría que volvieran. Supongo que fue un error expulsarlos”, dijo Trump en declaraciones a la prensa en el Despacho Oval de la Casa Blanca, donde también aseguró que Ucrania será parte de cualquier negociación para poner fin a la actual guerra con Rusia.
Trump consideró un “error” la decisión que tomó Estados Unidos, entonces bajo el mandato de Barack Obama (2009-2017), y otros países del G7 para suspender a Rusia tras su anexión de Crimea, en un esfuerzo por aislar a Moscú y castigar a Rusia por vulnerar la soberanía ucraniana.
“Es muy posible que si aún fuera parte del G8, no se habría producido el problema con Ucrania. Y si yo hubiera sido presidente, definitivamente no habría ocurrido. Rusia nunca habría atacado Ucrania”, afirmó.
Además, Trump respondió a las críticas recibidas por haber llamado ayer primero al presidente ruso, Vladímir Putin, y anunciar después en su red social de Truth Social un acuerdo para iniciar negociaciones “de inmediato”, antes de contactar al mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski, al que llamó más tarde.
“Algunas personas dijeron que debería haber llamado primero a Zelenski. No lo creo. Tenemos que averiguar si Rusia quiere alcanzar un acuerdo. Sé que Zelenski quiere hacerlo porque me lo ha dicho, pero ahora sé que Rusia también quiere negociar”, explicó.
Cuando un periodista le preguntó si Ucrania debería formar parte de las negociaciones para acabar con la guerra, Trump respondió que sí, que Kiev debe participar, al igual que Rusia, y que habrá “otras partes involucradas”.
“La guerra en Ucrania tiene que acabar. Están muriendo jóvenes en cantidades que no se veían desde la Segunda Guerra Mundial, y es una guerra ridícula que debe terminar”, advirtió.
La ofensiva rusa en Ucrania comenzó en 2014 con la anexión de Crimea. Posteriormente, en febrero de 2022, el Kremlin lanzó una invasión a gran escala que fue condenada enérgicamente por Occidente.
En respuesta, EE.UU., junto a la Unión Europea y Canadá, impuso duras sanciones contra la economía rusa y envió grandes cantidades de ayuda humanitaria y militar a Ucrania.