Nueva York, 21 sep (EFE).- El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, afronta una demanda por fraude en su empresa después de tres años de investigación por parte de las autoridades de Nueva York, a las que ha acusado de persecución política y plantado batalla repetidamente.
La Fiscalía de Nueva York interpuso este miércoles una demanda por la vía civil en el Tribunal Supremo de Nueva York contra Trump, sus hijos mayores Donald Jr. Ivanka y Eric; su empresa, la Organización Trump, y otros altos ejecutivos por “enriquecerse ilegalmente y mentir al sistema”.
También aparece entre los demandados Allen Weisselberg, exdirector financiero de la Organización Trump, que se declaró culpable de haber conspirado con la compañía en una trama de fraude hace un mes, en un caso separado de evasión fiscal contra la empresa, tras un acuerdo con la Fiscalía.
La fiscal, Letitia James, dijo que el presunto fraude tuvo lugar entre 2011 y 2021 y que el estado busca una compensación de 250 millones de dólares, un veto a los negocios de los Trump y una restricción a su compra de inmuebles comerciales en el próximo lustro, indicó James en su cuenta de Twitter.
Según se desprende de la denuncia de más de 200 páginas, Trump se sirvió de sus hijos mayores, que trabajaron en la empresa, y los ejecutivos para “hinchar falsamente su patrimonio neto en miles de millones de dólares” y obtener ventajas en préstamos y seguros, así como beneficios fiscales.
La demanda indica que Trump expresó a Weisselberg su deseo de que quería “que se incrementara su patrimonio” en las declaraciones financieras anuales, algo que tanto el ejecutivo como otros “cumplieron año tras año en su preparación fraudulenta” de esos documentos.
También se detallan unas evaluaciones exageradas de inmuebles de la empresa y se habla de una “situación clásica de doble contabilidad” en la que los registros internos dan un valor de mercado pero las cifras presentadas en las declaraciones financieras son “considerablemente más altas”.
“Encontramos que Trump, su familia y la Organización Trump usaron valoraciones de activos fraudulentas y engañosas unas 200 veces durante diez años en sus declaraciones financieras anuales”, agregó la fiscal James.
El expresidente, que se ha resistido a colaborar en la pesquisa, finalmente se presentó a testificar a principios del mes pasado por orden de un juez pero se acogió a la Quinta Enmienda de la Constitución, que permite a un investigado guardar silencio para evitar incriminarse a sí mismo.
Trump había restado importancia en público a la investigación, pero hace tan solo una semana esta pareció alcanzar un punto de inflexión negativo para él, ya que se reportó que sus abogados ofrecieron a los fiscales un acuerdo que no fue aceptado, invitando a pensar en una conclusión cercana.
Tras el anuncio de la demanda, el magnate acudió hoy a su red social Truth Social para arremeter de nuevo contra lo que considera una “caza de brujas” y acusar a la fiscal James, demócrata y afroamericana, de “racista” y de querer ganar popularidad para impulsar su carrera política.
“Nunca pensé que este caso se materializaría, hasta que vi sus malas cifras en las encuestas. Ella es un fraude que ha hecho campaña con una plataforma para ir ‘a por Trump’ pese al hecho de que la ciudad es uno de los desastres de crimen y asesinatos mundiales bajo su vigilancia”, escribió.
Aparte de interponer la demanda, la fiscal ha recomendado abrir diligencias penales al Departamento de Justicia y al servicio federal de recaudación de impuestos, lo que parece ensombrecer las perspectivas de un retorno político para Trump, que podría aspirar a una nueva candidatura presidencial en 2024.