Nueva York, 27 sep (EFE).- El expresidente estadounidense Donald Trump afronta la caída de su negocio en Nueva York después de que un juez lo declarara responsable de fraude en la Organización Trump y cancelara sus permisos para operar en ese estado días antes de que se inicie un juicio civil en torno a esa acusación.
El juez Arthur Engoron resolvió ayer de manera sumaria el cargo más importante del caso impulsado por la Fiscalía de Nueva York, el que acusaba a Trump y a otros socios de “fraude persistente” por inflar el valor de sus activos durante años para obtener mejores condiciones en préstamos, y restringió sus capacidades de negocio.
Este miércoles, en una audiencia, Engoron reconoció que su dictamen ha cambiado el “contorno del caso”; tanto que la defensa de Trump pidió claridad sobre las implicaciones y cuestionó el sentido de llevar a un juicio sin jurado, programado el 2 de octubre, las seis acusaciones restantes de la Fiscalía, según el canal ABC.
El magistrado ordenó “cancelar” las licencias de negocio de los acusados, incluyendo a Trump, sus hijos Donald Jr. y Eric, y la Organización Trump, y encargar a un supervisor independiente su disolución, pero evitó concretar el alcance de esa orden, que podría afectar a decenas de sociedades.
Los abogados de Trump han comunicado su intención de recurrir el dictamen y Trump ha intentado quitarle mérito, argumentando en un comunicado que es un veredicto “sin juicio ni jurado” fruto de una persecución política y asegurando que la mansión de Mar-a-Lago, valorada por el juez en 18 millones, vale 100 veces más.
Pero la fiscal, Letitia James, ha reiterado tras su primera victoria judicial que está determinada a continuar con el caso, y así lo transmitió hoy su equipo, puesto que en el proceso se dirimirá también la cuantía por daños que pagarán los acusados y que la autoridad cifra en 250 millones de dólares.
Según medios locales, ha aumentado la seguridad en el tribunal en el que está previsto el juicio, pero está por ver si la fecha de inicio del 2 de octubre se mantiene, ya que la defensa de Trump denunció al juez Engoron por abuso de autoridad y el proceso está paralizado a la espera de que se pronuncie un panel de apelaciones.
Los seis cargos restantes contra Trump y su empresa que van a juzgarse están relacionados con “ilegalidades persistentes” como la falsificación de documentos corporativos, la emisión de declaraciones financieras falsas y la comisión de fraude contra aseguradoras.
Michael Cohen, el que fuera abogado personal de Trump, y que cumplió condena por delitos económicos y electorales tras volverse en su contra, sostuvo hoy en el canal CNN que al actual favorito republicano a la Casa Blanca le espera un panorama sombrío en su faceta empresarial.
“Si realmente quieres ir a por Donald, la manera de hacerlo es su libreta, su cartera (…). Solo el juez Engoron decidirá la compensación. En mi estimación, con intereses y multa, superará los 600 millones. ¿Deja eso a la empresa en bancarrota? No tiene dinero líquido disponible para pagarlo”, remachó Cohen.