Toronto (Canadá), 21 abr (EFE).- El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, declaró este viernes que defenderá los derechos de Hassan Diab, que hoy fue condenado a cadena perpetua por terrorismo por un tribunal de París, y que estudiará “cuidadosamente” las medidas a tomar si Francia solicita su extradición.
El primer ministro canadiense añadió que siempre estará “al lado de ciudadanos canadienses para defender sus derechos”. En 2018, Trudeau ya había expresado su rechazo a la extradición del académico, de 69 años.
Este viernes, el Comité de Apoyo a Hassan Diab se manifestó en Ottawa y solicitó a Trudeau que rechace la posible petición de extradición por parte de Francia.
Por su parte, el ministro de Justicia de Canadá, David Lametti, se limitó a señalar en un comunicado que tendrá que revisar la decisión de los tribunales franceses y que “es importante que todos los casos tengan el proceso debido y sean justos, respetando derechos”.
Diab, un profesor universitario de origen libanés que se nacionalizó canadiense en 1993, fue condenado este viernes en rebeldía por el atentado cometido en la capital francesa en 1980 contra una sinagoga y que causó cuatro muertes y 46 heridos.
Diab, que ha proclamado su inocencia, fue extraditado inicialmente a Francia en 2014 a pesar de que los tribunales canadienses dictaminaron que las pruebas presentadas eran “flojas” y criticaron la investigación de las autoridades francesas.
Antes de su extradición en 2014, Diab proclamó su inocencia y declaró que el atentado contra la sinagoga fue un “odioso crimen”.
“Siempre me he opuesto al antisemitismo, la discriminación y la violencia”, dijo Diab.
Tras ser extraditado a Francia, Diab pasó tres años en una prisión de máxima seguridad mientras los tribunales franceses investigaban el atentado. Tras la investigación judicial, los jueces franceses determinaron que la única prueba presentada contra Diab, un texto escrito a mano, no podía ser vinculada al profesor universitario.
El tribunal francés también corroboró que Diab se encontraba en Líbano en el momento del atentado por lo que fue puesto en libertad y regresó a Canadá en 2018.
Tras su regreso, Trudeau declaró que “lo que pasó con Hassan Diab nunca debería haber sucedido”, y añadió que se aseguraría de que no pasara de nuevo.
A pesar de la liberación de Diab, la presión de las familias de las víctimas del atentado provocaron la reapertura del caso, que culminó hoy con la condena a cadena perpetua.