Nueva York, 1 dic (EFE).- Un panel del Tribunal de Apelaciones estadounidense confirmó este lunes la descalificación de Alina Habba como fiscal federal para el distrito de Nueva Jersey, lo que supone un revés para los esfuerzos del presidente Donald Trump por mantener en funciones a sus candidatos preferidos como fiscales federales.
El tribunal, compuesto por tres jueces, falló por unanimidad que Habba, exabogada personal de Trump, no puede ejercer legalmente como fiscal federal.
Además, los jueces la inhabilitaron para ocupar el cargo en calidad de “actuante” después de que la administración de Trump activara una serie de maniobras legales para mantenerla en el puesto.
“Es evidente que la administración actual ha enfrentado barreras legales y políticas para colocar a sus nominados en los cargos”, escribió el juez D. Michael Fisher, designado por el expresidente George W. Bush, recoge la prensa local.
“Los esfuerzos por elevar a su candidata preferida como fiscal federal en Nueva Jersey demuestran las dificultades que ha enfrentado, pero los ciudadanos y los empleados del distrito merecen claridad y estabilidad”, agregó.
Habba fue descalificada en agosto de este año después de que un juez determinara que había comenzado a ejercer ilegalmente una vez su período interino de 120 días ya había concluido.
Cuando terminó su mandato temporal en julio, los jueces federales de Nueva Jersey rechazaron extenderlo, y nombraron a su primer asistente como fiscal federal.
Mientras, y para mantener a Habba en el cargo, la administración de Trump despidió al sucesor designado por los jueces, retiró su nominación formal y la nombró nuevamente como primera asistente y abogada especial con poderes equivalentes a los de fiscal federal actuante.
El Departamento de Justicia argumentó que el Congreso otorgó al Ejecutivo “mecanismos superpuestos” para cubrir vacantes, pero el tribunal de apelaciones rechazó esta maniobra, considerando que viola el texto claro de la ley sobre cómo llenar temporalmente vacantes de fiscales federales.
Habba había enfrentado fuerte oposición de los senadores de Nueva Jersey, Cory Booker y Andy Kim, lo que hacía improbable su confirmación en el Senado, dejando sus nominaciones pendientes mientras la administración buscaba mantenerlos en el cargo. EFE
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