San Antonio (EE.UU.), 6 dic (EFE).- Dos soldados estadounidenses se presentan este viernes en una corte federal para responder por cargos relacionados con el contrabando de indocumentados por la frontera, en un caso en el que está involucrado un tercer miembro de las fuerzas militares estadounidenses.
Ángel Palma y Enrique Jaureguí se presentan en una corte federal en Waco (Texas) donde enfrentan una acusación por traficar y albergar extranjeros y un cargo de agresión a un agente federal, informó el Departamento de Justicia de EE.UU. (DOJ).
Emiliano Mendoza López hizo su comparecencia inicial el pasado lunes en Alpine (Texas), donde fue acusado de un cargo de traer y albergar extranjeros.
Los soldados llamaron la atención de las autoridades el pasado 27 de noviembre cuando agentes de la Patrulla Fronteriza trataron de detener un vehículo sospechoso en el área fronteriza de Presidio (Texas).
Cuando las autoridades se acercaron al vehículo, este los esquivó ocasionando que dos patrullas de la agencia migratoria chocaran, hiriendo a un agente, según la denuncia penal presentada.
La policía de Presidio que se unió a la persecución finalmente logró detener el vehículo y arrestó a cuatro personas, tres indocumentados: un ciudadano mexicano y dos ciudadanos guatemaltecos.
El cuarto detenido fue Mendoza López, quien afirmó ser el pasajero del asiento delantero del vehículo.
El conductor, que supuestamente es Palma, huyó a pie y fue localizado al día siguiente en un hotel en Odessa (Texas).
Mendoza López y Palma supuestamente viajaron cerca de 800 kilómetros desde el Fuerte Cavazos a Presidio con el propósito de recoger y transportar a extranjeros indocumentados, según documentos judiciales.
Jauregui está acusado de ser quién planeaba el tráfico de indocumentados.
Los datos extraídos del teléfono de Palma revelaron mensajes entre los tres soldados que comprobarían su papel en el tráfico de indocumentados, detalló el DOJ.
El Departamento de División de Investigación Criminal del Ejército también está investigando el caso.
El 70% de las personas que traficaron a indocumentados dentro de EE.UU. en 2023 eran ciudadanos estadounidenses, según la Comisión de Sentencias de los Estados Unidos.