Washington, 22 ene (EFE).- Stellantis reanudará la producción de vehículos en dos plantas de montaje, que previamente había decidido clausurar, tras meses de conflicto con el sindicato United Auto Workers (UAW) y una reunión del presidente de la compañía, John Elkann, con Donald Trump.
La planta de montaje de Detroit (EE.UU.) producirá la nueva generación del todocaminos SUV Dodge Durango mientras que la de Belvidere (Canadá) fabricará a partir de 2027 una nueva camioneta.
Aunque estos planes estaban recogidos en el convenio colectivo que Stellantis firmó en 2023 con UAW, la compañía rompió el compromiso y en 2024 anunció el cierre de las dos plantas.
Sin embargo, tras meses de conflicto con el sindicato United Auto Workers (UAW) y una reunión de Elkann con Trump, que estuvo presente en Washington el 20 de enero, el día de investidura del nuevo presidente estadounidense, la compañía revertió su decisión.
Además de la reapertura de la dos plantas, Stellantis se comprometió a aumentar las inversiones en otras dos plantas estadounidenses: una en Toledo y otra en Kokomo, según un correo interno al que tuvo acceso el periódico Rockford Register Star.
El sindicato UAW expresó su satisfacción por la decisión de Stellantis.
El presidente del sindicato, Shawn Fain, declaró en un comunicado que “esta victoria es una prueba del poder de la unión de los trabajadores y de exigir cuentas a una corporación milmillonaria”.
UAW subrayó el papel que el anterior consejero delegado de Stellantis, Carlos Taveres, había tenido en la ruptura del compromiso con los trabajadores y el cierre de las plantas.
Tavares dimitió a finales de 2024 tras una controvertida gestión en la que planeó el cierre de numerosas instalaciones en Norteamérica y Europa a la vez que Stellantis redujo de forma significativa sus ventas.