Starbase (EE.UU.), 5 jun (EFE).- SpaceX tiene todo listo para el cuarto vuelo de prueba de su cohete Starship, el más poderoso construido hasta la fecha, y que volverá a despegar desde la base en Boca Chica, en el sur de Texas (EE.UU.).
La firma obtuvo el martes de parte de la Administración Federal de Aviación (FAA, en inglés) la licencia de autorización para poder lanzar el Starship, que comprende la nave del mismo nombre y el cohete propulsor Super Heavy y en conjunto tiene 122 metros de altura.
El despegue está previsto a partir de las 7:00 de la mañana, hora local (12.00 GMT), en la que será una ventana de lanzamiento de dos horas.
Supondrá para la compañía de Elon Musk el cuarto vuelo de prueba tras el efectuado en marzo pasado, cuando la nave logró alcanzar las fronteras de la atmósfera terrestre, pero no logró concluir con éxito su descenso desde una altura de 160 kilómetros y a una velocidad de 26.000 km/h.
Las dos pruebas iniciales, realizadas en 2023, tampoco lograron los objetivos marcados. En la primera de ellas la nave explotó minutos después de alzar vuelo, mientras que en la segunda las dos partes no se separaron y los controladores activaron un sistema de emergencia que hizo explotar el cohete de manera intencional.
La compañía ha insistido que todos estos constituyen vuelos de aprendizaje y pone de relieve que en cada uno de ellos han registrado progresos.
En el cuarto de vuelo, más que alcanzar la órbita prevista, que lo da por hecho SpaceX, la meta es “demostrar la capacidad de regresar y reutilizar Starship y Súper Heavy”, lo que incluye lograr “una entrada controlada” de la nave.
El trayecto previsto será similar a la anterior prueba y durará poco más de una hora, con un amerizaje de la Starship en el Océano Índico. Por su parte, el propulsor Súper Heavy tiene previsto un “amerizaje suave” en el Golfo de México, cerca de Boca Chica, al cabo de 6 minutos y 43 segundos después del despegue.
De no lograr despegar mañana jueves, se estima que SpaceX maneja como fechas de respaldo los días 7 y 8 de junio, pero dependerá de lo que tarde el proceso de reabastecimiento de combustible: más de 10 millones de libras (4,5 millones de kilos) de metano líquido y oxígeno líquido.
Starship es el mascarón proa de SpaceX para emprender viajes de largo alcance, capaces de transportar tripulantes y satélites de grandes dimensiones, y con la economía de gastos que ofrece su capacidad de reutilización.
La NASA ha elegido a este vehículo para poner en la superficie lunar a tripulantes de la misión Artemis III, que en 2026, y por primera vez en más de medio siglo, mandará desde Estados Unidos a astronautas hacia el satélite natural.
El programa Artemis, cuya primera misión se realizó a fines de 2022 y consistió en un viaje sin tripulación de ida y vuelta a la Luna, es la carta de presentación de la agencia espacial estadounidense NASA en a la carrera que mantiene con China para ser la primera nación que establezca una base permanente en el satélite natural.
Precisamente, la Administración Nacional del Espacio de China informó que el martes despegó la sonda Chang’e 6 de la Luna tras haber recogido muestras de su cara oculta por primera vez en la historia.