Nueva York, 25 ene (EFE).- La compañía estadounidense Southwest Airlines ha eliminado los Boeing 737 Max 7 de sus planes de compra para 2024 por retrasos en el proceso de certificación, en un momento en que la compañía se encuentra inmersa en la polémica por el reciente accidente de un aparato de otro modelo que volaba para Alaska Airlines.
En la comunicación de sus resultados trimestrales hoy, Southwest explicó que este año esperan recibir 79 aparatos nuevos, pero no incluirán a los Boeing Max 7 -el modelo más pequeño de los 737 y uno de los más vendidos- “debido a los continuos desafíos de la cadena de suministro de Boeing y el estatus actual de la certificación del (modelo) 7”.
La certificación es el último proceso que la Autoridad Federal de Aviación (FAA) expide para que un avión consiga el permiso de vuelo.
Esta misma semana, como recuerda el portal CNBC, United Airlines también expresó sus dudas sobre si seguirá adelante con la adquisición de nuevos 737 Max 10, de nuevo por problemas con el retraso del proceso de certificación para los Boeing.
El accidente de un 737 Max 9 el pasado 5 de enero en Oregon -cuando un aparato de la flota de Alaska Airlines tuvo que volver a tierra al perder en el aire la puerta de emergencia- ha puesto a Boeing en el ojo del huracán, pues la FAA ordenó la inmovilización de todos los aparatos de ese modelo 9.
El retorno de los Max 9 a los cielos comenzó hoy con cuentagotas, y tanto Aeroméxico como la panameña Copa anunciaron hoy que retoman las operaciones con esos modelos, pero no así Alaska Airlines, que hoy anunció que se “prepara para la inspección final de todos nuestros 9 Max”.
En el anuncio de sus resultados trimestrales, Alaska Airlines cifró hoy en 150 millones de dólares el coste que va a tener para ellos la inmovilización de los Max 9.