Miami, 26 jun (EFE).- Siete gatos persas de pura raza a los que su dueña les dejó una herencia para pagar sus gastos y necesidades de por vida fueron puestos en adopción por una organización pro animales de Tampa (suroeste de Florida) y hubo casi 200 solicitudes por ellos, informaron medios locales.
Los nuevos dueños de Cleopatra, Goldfinger, Leo, Midnight, Napoleon, Snowball y Squeaky ya fueron seleccionados en razón de una serie de condiciones, entre ellas la de tener experiencia con gatos persas, según la Humane Society de Tampa Bay.
Los gatos pasaron seis meses en la lujosa casa de su ama, Nancy Sauer, después de que falleciera el pasado noviembre a los 84 años de edad y, aunque alguien los visitaba cada día, estaban solos y esa no esa no era vida para ellos, según decidió un juez de Tampa.
Así pasaron a manos de la Human Society de Tampa, que los ofreció en adopción libres de cargas de veterinario, alimentación, peluqueria y juguetes.
“Nancy dejó dinero para pagar todos los cuidados veterinarios, toda la comida, todo lo que los gatos necesiten”, dijo Sherry Silk, directora ejecutiva de Human Society, al canal local de NBC.
El dinero disponible para su mantenimiento son unos 300.000 dólares, suficientes para cubrir sus gastos y necesidades lo que les reste de vida, dijo Silk.
A los nuevos dueños de los gatos, que tienen entre 5 y 6 años, se les reembolsará el dinero que gasten en ellos, cuando presenten las facturas.
La directora de Human Society dijo que entendía que hubiera habido tantas solicitudes de adopción por estos gatos, pero recordó a la gente que hay muchos otros animales en los refugios que necesitan hogar e instó a pensar también en ellos.
“Primero que nada, tenemos más de 300 gatitos a nuestro cuidado en este momento porque estamos en la mitad de la temporada (…) más otros 100 gatos adultos disponibles. Son gatos hermosos, no son persas de raza pura, pero muy cariñosos y maravillosos. Espero que la gente que no consiguió uno de los persas, venga a buscar uno de nuestros otros animales”, dijo Silk.