Los Ángeles, 12 jun (EFE).- El segundo embalse más grande de California ha alcanzado su capacidad total y el primero está a punto de lograrlo, niveles que no se habían visto en los últimos años, cuando el Estado Dorado enfrentaba una sequía extrema.
El lago Oroville, el segundo embalse más grande del estado, ha llegado al 100% de su capacidad, informó este lunes The California Data Exchange Center (CDEC), entidad estatal encargada de monitorear los recursos hídricos de California.
Por su parte, el lago Shasta, el embalse más grande de California, está al 97 % de su capacidad y no se descarta que sobrepase el 100% de su capacidad en los próximos días, cuando la nieve acumulada en las elevaciones termine de derretirse.
No obstante, algunos embalses pequeños como el de Millerton y el de Pine Flat aún no han llegado al 60 % de su nivel máximo.
California se vio azotada en los primeros meses del año por una serie de tormentas que dejaron una gran cantidad de lluvias y acumulación de nieve, lo que ha ayudado al estado a salir de la sequía que había obligado a pedir a los residentes recortes en el consumo de agua.
Según datos de la misión satelital Gravity Recovery and Climate Experiment Follow-On (GRACE-FO), el Valle Central de California registró un aumento del agua contenida en lagos, ríos, suelos, capas de nieve y acuíferos subterráneosde de alrededor de 20 pulgadas (73 centímetros) entre octubre de 2022 y marzo de 2023, lo que representa el doble del aumento normal en esta zona.
En su último reporte emitido el pasado jueves, el Monitor de Sequía de EE.UU. encontró que el 70,8 % de California estaba en condiciones normales y el 29,2 % presentaba algo de sequía.
Para la primera semana de 2023 y cuando ya se habían registrado varias tormentas, el 71 % del territorio de California enfrentaba una sequía “grave”, el tercer nivel de sequía más alto registrado.