Ciudad de México, 13 jul (EFE).- Como una forma de reflexión sobre los motivos que llevan a muchos mexicanos a migrar a Estados Unidos, el documental 'Sansón y yo' narra además cómo algunos, como Sansón Noe Andrade, no encontraron la suerte esperada en el “sueño americano”, según relató a EFE el joven condenado a cadena perpetua.
Desde una prisión en las afueras de los Ángeles, California, el mexicano de 34 años, expresó en entrevista telefónica que la proyección de su historia este julio en la Cineteca Nacional en la capital mexicana va a permitir que sus “paisanos tengan la chanza (oportunidad) de mirar” la película que les “costó tanto trabajo hacer” y que es una problemática frecuente entre migrantes.
“Me da mucha alegría que vamos a poder comunicar varios temas, la migración, la vida antes en México y cómo tenemos muchos migrantes acá también que no tuvieron mucha suerte con el sueño americano”, comentó Andrade.
A lo largo de 10 años, el joven intercambió cartas con el documentalista Rodrigo Reyes, quien fue primero su intérprete jurídico en su juicio en 2012, y luego se convirtió en su amigo y también protagonista del filme.
Así, contaron la historia de Sansón desde su infancia hasta el hecho que lo llevó a la cárcel, actuada por sus familiares, creando un documental íntimo, galardonado con el premio a mejor película en el Sheffield DocFest 2022, año en el que fue estrenado.
“Rodrigo llegó a mi vida a ser una persona que quiso escuchar más allá (…) Ha sido una experiencia muy bella y muy sanadora para mí, en las preguntas que él me ha hecho. Regresar a mi pasado desde niño y poder reconciliar muchas cosas, es algo que no tiene precio”, compartió Andrade.
De intérprete a documentalista y confidente
El director de la película, Rodrigo Reyes, contó que conoció a Sansón cuando trabajaba como intérprete jurídico para poder solventar los gastos de hacer cine, pero nunca pensó que llegaría a mezclar ambas profesiones.
“He tenido que interpretar para muchas personas acusadas de homicidio, pero solo hay un Sansón”, confesó Reyes, quien señaló que ha “tenido casos dramáticamente muy interesantes, pero nunca he vuelto a sentir esa apertura emocional tan fuerte”.
El todavía intérprete jurídico consideró que el sistema de justicia de Estados Unidos criminaliza a los migrantes, pues puede castigar a un joven “con la peor pena posible” sin preguntarse quién es o de dónde viene, preguntas que busca responder el documental.
“La evidencia es irrebatible de que los chicos migrantes indocumentados son muy criminalizados. No pueden llamar a un maestro, a algún amigo, familiar, no pueden conseguir un buen abogado, no entienden el sistema, están tratando de sobrevivir y en esa pobreza se enfrentan con situaciones extremas, que llegan a los tribunales”, apuntó.
Reyes opinó que “claramente Sansón es víctima de esa injusticia”, que para el sistema de EE.UU. lamentablemente es “una gran victoria”.
Superando barreras
Sansón Andrade destacó que su caso es común entre quienes no dominan el inglés y enfrentan desafíos para comprender el “complejo” sistema de justicia estadounidense, el cual está aprendiendo a “navegar”, en busca urgente de que al menos se le elimine la cadena perpetua.
De esa manera, ha podido ayudar a otros migrantes en situaciones similares, que están “atorados” con condenas muy altas.
El mexicano confía en que algún día saldrá y cuando lo haga, estará más “preparado”, pues ha aprovechado para terminar la preparatoria y sigue estudiando, además de que ha conseguido que la Corte Superior retome su caso y está en espera de una nueva sentencia o juicio para tratar de demostrar su inocencia.
Finalmente, Andrade, quien es padre de un joven de 16 años, dijo que espera que su hijo pueda ver la película y encontrar en ella “la historia de su familia del lado paterno, que entienda que las cosas no son fáciles, pero también que si se encuentran en un enigma muy difícil, que no se dé por vencido”.