San Antonio (TX), 9 jul (EFE).- Restaurar el suministro eléctrico se convirtió en la prioridad este martes de las autoridades para evitar más muertes tras el paso de Beryl, que dejó a más de dos millones de usuarios sin electricidad y aire acondicionado en Texas, justo cuando la región enfrenta una ola de calor extremo.
Beryl, una tormenta tropical ya degradada que tocó tierra este lunes como huracán en Texas (EE.UU.) ha causado la muerte de ocho personas, siete en ese estado y una en Luisiana, y mantiene este martes a más de 2 millones de personas sin servicio eléctrico en una amplia región que incluye Houston, la cuarta ciudad más grande de EE.UU..
CenterPoint Energy, el principal proveedor de energía de Houston, dijo que los clientes deberían esperar varios días para que se restaure la electricidad, lo que presenta un escenario peligroso especialmente para los ancianos, las personas con afecciones médicas crónicas, los niños y aquellos sin refrigeración adecuada.
El índice de calor, que mide como se siente el cuerpo bajo las altas temperaturas y la humedad) en Houston superó los 38 grados centígrados este martes, y se espera que las altas temperaturas continúen en los próximos días.
En Texas se prevé sensación de temperaturas de unos 40 grados centígrados.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS, en inglés) en Houston advirtió sobre el peligroso escenario que también expone a los trabajadores que están limpiando los destrozos causados por Beryl.
El calor es la mayor causa de fallecimientos por fenómenos del clima en Estados Unidos, por encima de los huracanes y tornados.
La situación tampoco es alentadora para los residentes de Galveston que tendrían que esperar hasta dos semanas antes de ver restaurado el servicio de electricidad, según información citada por la televisora ABC 13.
En el oeste del país unos 40 millones de personas afrontarán temperaturas superiores a los 38 grados centígrados durante los próximos siete días, según el NWS.
Beryl, ahora un sistema postropical, aún traerá fuertes lluvias a medida que avanza hacia el noreste de EE.UU..