Nueva York, 6 oct (EFE). Varias decenas de restaurantes de Nueva York festejaron este jueves sus estrellas Michelin, nuevas o renovadas, en una gala dedicada al deleite del paladar y celebrada en uno de los rascacielos más altos de la ciudad.
Los mejores nombres del sector tocaron el cielo desde la altura 101 del restaurante Peak, situado junto al observatorio The Edge, rascacielos en el nuevo barrio de lujo de Hudson Yards (Manhattan), donde no faltaron el jamón ibérico de bellota y el caviar, regados con champán.
Entre los más de 70 establecimientos premiados por la prestigiosa guía gastronómica estuvieron el español Casa Mono, que mantiene una estrella desde 2009, y el mexicano Casa Enrique, con una estrella desde 2018.
Como siempre, la gran urbe acogió a unos cuantos restaurantes del mundo capaces de brillar con fuerza en la constelación del buen comer: con tres estrellas, como Eleven Madison Park, del chef Daniel Humm, y dos estrellas, como Gabriel Kreuther.
Pero quizás destacaron más las estrellas mantenidas, dado que hubo destacados salones que perdieron su estatus, como el clásico de las carnes nobles Peter Luger.
Luis Aguilar, jefe de operaciones de Casa Enrique, que define como un negocio familiar compartido con su hermano, el chef Cosme Aguilar, dijo a EFE que su receta consiste en sencillez, consistencia y honestidad: “lo que vendemos es lo que comíamos”, aseguró.
Los Aguilar compartieron brindis, entre otros, con el chef ejecutivo de Casa Mono, el puertorriqueño Jonathan Meléndez, tras ser presentados en un escenario por los anfitriones, el actor Neil Patrick Harris y su marido, el también actor y chef David Burtka.
Cuando la acción terminó, una vez pasados los nervios, los premiados se reunieron junto a los invitados en una sala en torno a dos jamones Cinco Jotas, empresa suministradora de muchos de estos restaurantes y socia de las galas Michelin este año en Estados Unidos.