Ciudad de México, 10 jun (EFE).- Con la persistencia de esos adultos mayores que se niegan a envejecer con rutinas de natación y gimnasia, el Estadio Azteca celebrará rejuvenecido su llegada a la tercera edad, al convertirse en el primer teatro de tres Copas Mundiales de fútbol.
El 11 de junio de 2026, en el recinto de la capital mexicana transcurrirá la inauguración del Mundial. Por unas horas el coloso será el centro de atención del planeta, como lo fue en 1970 con el Brasil de Pelé; y en 1986, con la Argentina de Maradona.
En un tiempo de estadios de última generación con canchas de pastos sofisticados, pantallas y tecnología de punta, el viejo Azteca pasa en estos días por una terapia de ayuno para regenerar sus tejidos y convertirse dentro de 12 meses en el primer escenario de tres Copas del Mundo.
Para aceptar el privilegio de inaugurar el Mundial de 2026, primero con 48 equipos y que tendrá como sedes, además de México, Canadá y Estados Unidos, el coloso del sur de la urbe mexicana sufrirá una transformación que lo dejará con los aires juveniles presumidos por vez primera el 29 de mayo de 1966, cuando se estrenó con un empate 2-2 entre el América mexicano y el Torino de Italia.
Cuatro años después el estadio sirvió de casa a la final del Mundial de 1970, ganada por Brasil, 4-1 a Italia, con un gol del mítico Pelé, que ese día saltó al estatus de semidiós al conquistar su tercer título del mundo.
“Puedo recordar los nombres de aquellos irreverentes que tocaban el balón con la gracia de quien pinta frescos barrocos: Félix, Brito, Piazza, Carlos Alberto, Everaldo, Clodoaldo, Gerson, Tostao, Rivelino Jairzinho y Pelé fueron lo mejor de mis primeros años de vida”, diría hoy el Azteca si pudiera contar su historia.
En 1986 el héroe fue Diego Armando Maradona. Ante más de 114.000 hinchas anotó los dos goles, uno con la mano y el otro en una carrera que pasó a la historia como ‘el gol del siglo’, para darle la victoria a su país, 2-1 sobre Inglaterra, en cuartos de final. Tres días después el ‘pibe de oro’ hizo las dos dianas en el 2-0 sobre Bélgica que metió a Argentina en la final, ganada por 3-2 a Alemania.
Que los dos jugadores más grandes del siglo XX se hayan convertido en campeones mundiales en su césped convirtió al Azteca en una mezquita del fútbol, que, además ha sido sede del torneo olímpico de 1968; de la Copa Confederaciones de 1999; de un Mundial sub-17 y otro sub-20.
Si bien los cambios que renovarán al Azteca serán radicales, el estadio mantendrá su identidad con las 66 columnas inclinadas que identifican el monumento deportivo y en 2026 serán detectadas desde lejos por su luminosidad, un elemento que el proceso de reconstrucción agregará a su belleza.
El 11 de junio del próximo año, en la inauguración del Mundial, México enfrentará a un rival aún no decidido en un escenario con un césped híbrido, con un sofisticado sistema de drenaje.
Vestuarios amplios y cómodos serán uno de los aportes de la remodelación de la instalación, cuya capacidad crecerá de 83.000 a 90.000 aficionados.
Situado en una de las zonas más verdes de la Ciudad de México, el acceso al Azteca será por avenidas que estarán embellecidas, cerca de las cuales habrá estacionamientos para los miles de asistentes a los cinco partidos del Mundial en esa sede, tres en la fase de grupos, uno en dieciseisavos de final y uno en octavos.
Doce días después de cumplir 60 años, el Azteca presumirá lo mismo que en su juventud: el toque excelso de los dioses del fútbol que rendirán respeto a la memoria de Pelé y Maradona en un Mundial con otras dos sedes en México, 11 en Estados Unidos y dos en Canadá.
“Queremos igualar la fiesta del 86; los que la vivimos recordarán aquello; fueron de los mejores días de mi vida”, ha repetido Félix Aguirre, CEO del Azteca, un sentimiento que comparten los mexicanos.
Aunque en estos tiempos la tecnología avanza a velocidad de vértigo y la mercadotecnia manda, los mexicanos mantienen una carta segura para hacer la diferencia: su gente, que se entregará a los herederos de Pelé y Maradona con alegría pocas veces vista en el mundillo del fútbol.